Una mujer en la India ha venido a representar la historia de una virgen “actual”.
El caso de Revati Bordawekar de Ahmednagar despierta intriga por el hecho de haber dado a luz a su primera hija, a pesar de que jamás pudo tener relaciones con su marido, debido a la condición que padece.
Esta madre primeriza de 30 años de edad, conoció a su marido, Chinmay en el año 2013. En ese instante la mujer vivía en Estados Unidos, sin embargo, viajó hasta la India para casarse con su amado. Debido a la distancia, la mujer jamás contó al hombre sobre su condición y fue en la noche de bodas que Chinmay descubrió que no podría tener relaciones con su mujer.
Revati padece de una condición médica que ocasiona que su vagina se contraiga involuntariamente cuando se intenta introducir algo en ella, lo cual impedía la penetración. Esta condición es conocida como vaginismo y su causa es principalmente psicológica, sin embargo, puede afectar a un gran número de mujeres, especialmente si han sufrido algún tipo de trauma.
La primera vez que la Sra. Bordawekar notó que algo andaba mal, tenía 22 años e intentaba utilizar un tampón, sin embargo, le resultó imposible. Esta fue la primera señal, la mujer no buscó ayuda de inmediato sino que postergó la situación. “En ese momento no me sentía cómoda como para buscar atención médica o incluso para hablar sobre lo que estaba ocurriendo”, dijo Revati.
“Aunque tenía dudas de que no pudiera tener relaciones, decidí dejarlo para el futuro y ver cómo iban las cosas”, dijo la Sra. Bordawekar. El marido de Revati fue muy comprensivo con ella y decidieron dejar las relaciones como algo secundario que se daría de forma natural, y optaron por conocerse más y fortalecer su amor.
Para esta mujer, su abertura era muy pequeña como para alcanzar la penetración y por años mantuvo esta hipótesis hasta que, navegando por Internet, se consiguió con el vaginismo. Al descubrir que su temor era médicamente conocido, decidió buscar ayuda de un especialista. Un terapeuta le recomendó a la pareja intentar con juegos previos, lamentablemente, no funcionó y decidieron optar por un recurso mayor.
La Sra. Bordawekar se sometió a una cirugía para cortar su himen y la dilataron con la esperanza de que pudiera superar la condición. Sin embargo, esto tampoco funcionó. Los Bordawekar habían desistido de tener intimidad con penetración, pero no a la idea de ser padres. Tras años de matrimonio, los esposos decidieron concebir mediante un tratamiento de Fecundación In Vitro.
En mayo de 2018, Revati se enteró que estaba embarazada, el tratamiento había funcionado después de un segundo intento. “Cuando obtuve nuestra primera prueba de embarazo positiva, me sentí tan irreal que lloré. El día que estábamos esperando durante tanto tiempo finalmente llegó”, comentó la madre.
Durante el embarazo, Revati presentó un sangrado por lo cual fue necesario someterla a una ecografía vaginal, que requiere la inserción de una sonda. Esta fue una prueba difícil para la mujer sin embargo, la superó. En los siguientes meses de consulta, la partera observó que la mujer iba tolerando el tacto vaginal y que estaba capacitada para dar a luz de forma natural.
La especialista tenía conocimiento del trastorno que sufría Revati así que consideró que dar a luz la ayudaría a vencer su condición y poder intentar tener una vida íntima activa con su pareja, luego del nacimiento de la niña. Los Bordawekar no habían intentado tener intimidad desde antes de someterse al tratamiento FIV.
“Todavía no hemos probado tener intimidad, sin embargo, estoy segura de que ya no será una barrera”, indicó la mujer. En febrero Revati dio a luz a su bebé, luego de 48 horas de trabajo de parto. La pareja se encuentra feliz por el nacimiento de su pequeña Eva.
Revati desea exhortar a todas aquellas que sientan ese temor que ella tenía por la penetración a buscar ayuda de un especialista. Su vaginismo primario no era algo que estaba en su cabeza y no desapareció relajándose, así que recomienda ir a un especialista.
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