Una joven embarazada fue encontrada muerta con su feto extraído de su útero después de que un amigo que se había obsesionado con robar un hijo
La mujer, identificada localmente como Flavia Godinho Mafra, de 24 años, tenía 36 semanas de embarazo cuando fue asesinada en la localidad de Canelinha, en el sureño estado brasileño de Santa Catarina.
La pareja de su amiga de la escuela admitió haber usado un ladrillo para matarla después de atraerla a la escena del crimen con el pretexto de un baby shower, informaron los medios locales.
La amiga confesó haberse obsesionado con robar un hijo después de que tuvo un aborto espontáneo a principios de este año, dijo la policía.
El detective responsable del caso, Paulo Alexandre Freyesleben e Silva, confirmó que la causa de la muerte de la víctima de 24 años fue un corte agudo en el abdomen y heridas de un ladrillo, según el diario nacional G1.
Según los informes, el marido y la madre de la víctima encontraron el cuerpo alrededor de las 9 de la mañana del viernes.
Había sido arrojado en un patio de alfarería abandonado en el barrio de Galera. El bebé había desaparecido.
Más tarde, la policía descubrió que la sospechosa y su esposo la habían llevado al hospital, quienes fueron arrestados.
Según la investigación policial, la mujer arrestada, que era una antigua amiga de la escuela de la víctima, le dijo al oficial de policía que había perdido un hijo debido a un aborto espontáneo en enero y que se había obsesionado con robar un hijo.
Según NSC Total, la niña permanece en el Hospital de Niños de Florianópolis, donde le han administrado antibióticos y analgésicos para las lesiones sufridas cuando fue arrancada del vientre de su madre, pero por lo demás goza de buena salud en general.
La autopsia confirmará si el bebé fue extraído con la embarazada viva o si ya estaba muerta.
Flavia, quien estudió pedagogía y trabajó como maestra suplente, fue enterrada en el Cementerio Municipal de Canelinha luego de una breve ceremonia.