Con solo 28 años Juttima ha perdido los dedos y las piernas luego de creer que estaba resfriada.
La mujer se fue a la cama pensando que su fiebre era un signo de una gripe próxima. Sin embargo, cuando se despertó al día siguiente, su cuerpo estaba cubierto de erupciones oscuras y manchas.
Juttima fue llevada de urgencia al Hospital St. George, donde los doctores le dijeron que estaba “muy enferma”. Un análisis de sangre confirmó que tenía meningococo B, y para salvar su vida, la pusieron en coma. Cuando despertó diez días más tarde, le dijeron que le amputarían las piernas y los dedos. Hablando sobre su experiencia, ella dijo: “La mitad de mí no lo creía, yo pensaba que solo tenía una gripe”.
“Esperaba que hubiera otra salida para no tener que perder mis piernas y manos”. Juttima pasó cuatro meses en el hospital para aprender a vivir sin sus dedos y piernas. Desde entonces, regresó a vivir a casa de sus padres. Aunque ya no podía caminar, dijo que todavía se considera afortunada por sobrevivir a la enfermedad. “Solo pienso que tengo suerte de seguir aquí, podría haber sido mucho peor”, comentó.
Una de cada diez personas que contrajeron meningococo B, pierden la vida. Es la más común de las 5 cepas de la enfermedad. Eliza-Ault Connell, de Meningococcal Australia, dijo que el tiempo que Juttima pasó en Australia ha sido la clave para sobrevivir a la enfermedad. “Hemos visto a personas en el desayuno que terminan muriendo a la hora de la cena, literalmente ves erupciones que se desarrollan frente a tus ojos”.
Los síntomas de la enfermedad incluyen fiebre, fatiga, náuseas, vómitos, diarrea, molestias al mirar luces brillantes, rigidez en el cuello, hinchazón o dolor en las articulaciones y dificultad para caminar.
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