Heidi Forss, de 38 años, maestra de preescolar en la ciudad de Jyväskylä, abandonó a su esposo el año pasado para dedicarse a Jätti, su pastor alemán de 6 años.
La pareja interespecífica (el perro y Heidi) que ha estado viviendo junta durante los últimos 18 meses ahora está esperando un hijo, aunque el embarazo fue una sorpresa para ambos padres e incluso para el médico de familia.
“No hubo más amor en mi matrimonio y el sexo era terrible. Jätti sabe cómo complacerme y siempre está ahí para mí”, explicó Forss, quien experimentó numerosos episodios de depresión durante su matrimonio de 12 años.
Aunque la separación de sus hijos la ha afectado, el juez de la corte de divorcios cree que su “estilo de vida inusual” podría afectar a sus hijos de forma negativa.
La mujer añade que: “Jätti es genial con los niños y siempre quiere jugar con ellos, jamás deja de tener energía.
Ellos lo adoran, él tiene una gran mentalidad positiva y es una gran figura paterna para ellos”.Aunque Forss asegura que no le ha sido infiel a su amante canino, los expertos creen que pudo haber sido impregnada accidentalmente de una vacuna contra el tétanos que recibió el mes pasado, algo raro que afecta a una persona de cada 100,000, según un estudio reciente de la Organización Mundial de la Salud.
Finlandia es uno de los últimos tres países de la UE en los que la relación sexual con un animal sigue siendo legal, siempre que el animal no salga afectado.
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