¿Te imaginas ver una recompensa de $ 42.
9 millones en la pantalla de tu máquina tragamonedas? Ganar grandes sumas de dinero apostando puede parecer demasiado bueno para ser verdad. Tristemente, para una mujer ese fue precisamente el caso.
En agosto de 2016, Katrina Bookman pasó su tiempo en el Resorts World Casino jugando la máquina tragamonedas Sphinx. Después de un tiempo, Katrina se sorprendió al ver una gran cantidad de dinero aparecer en la pantalla. El texto decía: “Impresión de boleto en efectivo por $ 42,949,672.76”.
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Bookman creía que esta era la cantidad que ganaba, y si eso fuera cierto, la suma habría sido el mayor premio gordo de máquinas tragamonedas del país. Desafortunadamente, ella no estaba cerca de hacer historia.
Katrina se tomó una selfie con el dispositivo y creyó que esto finalmente sería el final de sus dificultades. Tuvo una infancia difícil que involucra la falta de vivienda. Hoy en día, cría a cuatro hijos por su cuenta, por lo que estaba segura de que la victoria cambiaría su vida para siempre.
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Después de ‘ganar’ el premio gordo, el personal de seguridad se acercó rápidamente a Bookman y la hizo a un lado. Luego, le dijeron que debería regresar al día siguiente, y cuando lo hizo, recibió noticias devastadoras.
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El personal le dijo a Bookman que el dispositivo no funcionaba y que, de hecho, solo tenía derecho a $ 2.25. Según ellos, ella en realidad no ganó. Como muestra de “cortesía”, el casino también le ofreció a Katrina una cena gratis. “¿Están hablando en serio? Me sentí insultada”, dijo mientras explicaba cómo se sentía hacia su oferta.
Si bien el casino se atiene a la cláusula de exención de responsabilidad que establece que “el mal funcionamiento anula todos los pagos y las jugadas”, Katrina y su abogado, Alan Ripka, siguen convencidos de que el casino debe rendir cuentas. Llenaron una demanda en la que Ripka podría solicitar un pago de $ 43 millones por daños o al menos la ganancia máxima posible de la máquina tragamonedas Sphinx, que es de $ 6,500.
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Si bien las ganancias de Bookman no son reales, su decepción lo es. Parece que la noticia de su demanda se extendió como un reguero de pólvora, por lo que solo podemos adivinar cuál será el veredicto.
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¿Crees que el casino debería ser considerado responsable del mal funcionamiento de su máquina? ¿Cuál sería la cantidad adecuada para compensar a Katrina? ¡Háznoslo saber y no olvides compartir esta historia!