Un equipo de rescate se llevó una sorpresa cuando llegaron a recoger a un perro que yacía tirado en el suelo cubierto de moscas.
A simple vista el can parecía estar muerto, sin embargo, cuando los rescatistas se dispusieron a tomarlo entre sus brazos notaron que su corazón aún latía.
Es posible que cualquier transeúnte pensaría que era demasiado tarde para intentar salvar al animal, sin embargo, para los voluntarios de Animal Aid había una vida que rescatar, mientras su corazón latiera había esperanza y ellos estaban dispuestos a devolvérsela al perro. El equipo de Animal Aid Unlimited rescata a perros callejeros en pésimas condiciones.
Sin garantías de que el resultado fuera positivo, estaban dispuestos a intentarlo, un latido significaba vida y ellos querían salvarla. Los rescatistas se dispusieron a recoger al frágil animal con una manta y lo llevaron a la ambulancia donde fue llevado al centro clínico donde recibió atención médica. Su estado estaba muy deteriorado por lo que debía ser tratado con mucha delicadeza. Tienen su sede principal en Rajasthan, India.
El veterinario le suministró una vía intravenosa con una serie de analgésicos para ayudar a calmar su dolor. Su temperatura estaba baja, esto preocupó todavía más a los rescatistas, sin embargo, su corazón seguía latiendo, así que los rescatistas no se dieron por vencidos. Luego de una hora de intentarlo reanimar, finalmente el perro abrió los ojos, una gran victoria para el personal médico.
Decidieron llamar al perro Oliver. El adorable can miró a su alrededor y se dio cuenta que estaba en buenas manos, sabía que harían lo posible para salvarlo. Un par de minutos después siguió descansando. Una vez que estuvo lo suficientemente fuerte el personal médico lo puso sobre una camilla y lo evaluaron con mayor precisión. Oliver sorprendió a todos, estaba decidido a recuperarse. El perro estuvo en observación durante dos meses.
Sus patas estaban muy flacas y aun así soportaron todo el peso de su cuerpo, tenía tantas ganas de recuperarse que el personal médico no podía creer lo que veían. Le diagnosticaron desnutrición y una infección grave en las vías respiratorias, recibió muchos antibióticos y una dieta saludable.
Meses después, Oliver se veía totalmente diferente, ahora es un perro fuerte que disfruta correr y abrazar a sus cuidadores. Oliver no deja de mover su cola cada vez que ve a sus rescatistas. Oliver logró encontrar una familia que se encarga de hacer sus días diferentes. Pasó de ser un perro moribundo a un perro enérgico, feliz y agradecido.