En ocasiones, los seres humanos subestiman la inteligencia y los sentimientos de los animales.
Ellos conocen bien lo que significa la lealtad y el amor porque su instinto no les permite hacer daño a quien los ha amado, cuidado y protegido. La historia de este chimpancé hembra de 59 años así lo demuestra, cuando en su lecho de muerte y muy enferma ha reconocido a su antiguo amigo e investigador.
Bajo la mirada más tierna y apacible hizo su mayor esfuerzo para abrazarlo como una expresión de amor, agradecimiento y alegría. Es imposible ver estas imágenes y no sentir la vibración que produce en el alma. Mama es el chimpancé más antiguo de Europa. Era la matriarca de la reconocida colonia de chimpancés del zoológico de Royal Burgers’ Zoo en Arnhem, Holanda.
Jan Van Hoof, biólogo holandés y profesor de biología del comportamiento en la Universidad de Utrecht, conocía a Mama desde el año 1972 cuando fundó la colonia de chimpancés en el Royal Burgers’ Zoo.
Jan al enterarse que sus días estaban contados decidió ir a visitarla.Ella sin darse cuenta de quién se trataba simplemente tomó la comida, sin embargo, cuando levantó la vista inmediatamente reconoció que era su viejo y querido amigo.
Para sorpresa de todos los presentes Mama abrió su boca y emitió un sonido agudo que expresó la felicidad de verlo.Ese momento fue probablemente uno de los últimos en los que Jan estableció contacto con su vieja y especial amiga.
Mama falleció poco tiempo después de ese hermoso encuentro.Ella corría siempre hacia él para saludarlo demostrando un especial entusiasmo desde su particular lenguaje de chimpancé con un fuerte jadeo.
Jan agregó que el año anterior esas carreras para su encuentro fueron cada vez más difíciles y se tropezaba al querer avanzar con mayor rapidez.“Definitivamente la extrañaré”, finalizó Jan.
Es un encuentro conmovedor que expresa un sentimiento noble y sublime.
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