Dos doctores fueron acusados de homicidio en Kazajistán por dejar morir a un recién nacido al que previamente y por error habían dado por muerto.
La acusación afirma que el doctor Kuanysh Nysanbaev solicitó que el cuerpo del bebé fuera almacenado en la morgue pese a haber visto cómo el pequeño movía todavía el pie. Nysanbaev y otro médico cuya identidad no ha sido revelada se enfrentan a una pena de 20 años de cárcel cada uno.
Las autoridades conocieron los hechos luego de haber “pinchado” el teléfono de Nysanbaev por otro caso de sobornos. Shyngys Kabdula, jefe de Policía, informó que “después de su nacimiento, el bebé fue negligentemente registrado como fallecido, aunque estaba vivo”.
“Luego de que el niño diera signos de vida, los doctores, en vez de tomar urgentes medidas, decidieron actuar de acuerdo a la documentación ya emitida, que decía que el niño había fallecido. Dejaron morir al recién nacido. El bebé fue depositado en un refrigerador”, dijo Kabdula, que reveló que luego, el médico habló sobre el caso por teléfono y dijo que el niño había muerto en el refrigerador del depósito de cadáveres.
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