Para muchos, recibir clases a online no ha sido la mejor experiencia.
El estrés de la pandemia, aunado a la dificultad de adaptación hacia la nueva modalidad de aprendizaje ocasiona que se desarrollen eventos poco afortunados como el que sucedió en la Universidad Central del Ecuador.
La sesión de farmacología, a cargo del profesor José Augusto Durán Chávez, avanzaba con normalidad hasta que los estudiantes expusieran en grupos un tema asignado previamente.
Fue cuando todo se salió de control cuando los integrantes del equipo número 1 no se encontraban completos. Uno de las miembros del equipo explicaba de forma calmada al profesor que su compañera se encontraba ausente, sin esperar la reacción que tendría Chávez.
“Y ¿por qué no me avisa? ¿Por qué no me dice que ella no está presente? ¡Bájeme la voz! Les dije que se reúnan para distribuir la exposición y usted me dijo que ya estaban distribuidos. ¡No sea mentirosa!”, gritó enérgicamente el profesor. La estudiante trataba de explicar la situación, pero el profesor no se lo permitió.
La alumna en cuestión siguió tratando de explicar al profesor lo ocurrido, con un tono de voz mesurado. Pero el Dr. Augusto siguió insistiendo en que estaba hablándole de mala forma y debía bajar su tono de voz. “¡Bájeme la voz! ¡Malcriada! ¡Aprenda a respetar!”, dijo el Dr. Augusto.
Ni siquiera ese segundo arrebato de ira hizo que la alumna perdiera la compostura, continuó tratando de explicar que no estaba alzando su voz y que todo se había tratado de un malentendido.
No hubo nada que controlara la furia del profesor y él decidió tomar una medida contundente contra la que consideró una gran falta de respeto intolerable. Reprobó a los estudiantes del equipo en su trabajo y les instó a comunicar lo ocurrido para que fuera separado de las clases virtuales lo más pronto posible.
El video del incidente no tardó en hacerse viral en redes sociales, llegando a las autoridades de la universidad que apoyaron incondicionalmente a la alumna afectada, brindándole asesoría psicológica y todo lo que pudiese necesitar para reponerse de la amarga experiencia.
Docente de la universidad @lacentralec en Quito, reclama y grita a estudiante porque su compañera de exposición no estaba presente. "Tienen cero y vayan a reclamar a quien les dé la gana y ojalá así me boten rápido de esa pendejada". pic.twitter.com/nXtbu2bJac
ADVERTISEMENT — Mónica Velásquez (@MoniVelasquezV) January 13, 2021
El profesor Augusto no cambió de parecer y defendió su proceder mediante un comunicado. Argumentó que el tiempo le daría la razón y que hubo distintos motivos, como que la alumna le había mentido, para reaccionar de esa manera. El profesor comunicó su renuncia definitiva, pero no se arrepiente de nada. “Ratifico mis palabras, y si por eso debo ir a la cárcel, pues me iré”, añadió el docente.
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