Emma Woodhouse, de 27 años de edad, dio a luz por medio de una cesárea de emergencia a sus gemelas el pasado 29.
Jessica y Bella nacieron antes de tiempo porque el cordón umbilical de Jessica se rompió dentro del útero.
A pesar de las compilaciones Bella logró sobrevivir, lamentablemente, Jessica nació sin vida, aunque los médicos intentaron reanimarla por 20 minutos. Para Emma era una situación desgarradora, estaba destrozada y decidió vivir durante dos semanas con el cuerpo de su pequeña bebé sin vida con la ayuda de una cuna de enfriamiento.
Así que la madre y su familia vivieron con el cuerpo de Jessica por quince días. Incluso la pasearon en un carrito y le presentaron a sus tres hermanos mayores. Emma quiso llevarla a casa para bañarla, pasearla, cuidarla y que compartiera junto a sus hermanos antes de ser incinerada. Una experiencia que según ella le ayudará a conseguir consuelo después de la pérdida.
La madre dice que Jessica falleció para salvar la vida de su hermana gemela. “Desde el momento en el que nació Jessica, me enamoré de ella, se veía tan perfecta”. “Estar quince días con ella y su hermana fue increíble, queremos mostrar a la gente que es posible pasar tiempo con su bebé luego de que se haya ido y crear recuerdos con ellos.”
El embarazo de Emma fue de alto riesgo porque su útero tiene una morfología irregular. Cuando estaba embarazada con 29 semanas Emma fue llevada a la clínica Royal Lancaster para someterse a una cesárea de emergencia. Los doctores hicieron todo lo posible, sin embargo, solo pudieron salvar a Bella. Paul, el esposo de Emma, tuvo que darle la desgarradora noticia de que una de las niñas no había logrado sobrevivir.
“Que me contaran que Jessica se había ido fue horrible, parecía que no era real y que estaba viviendo una pesadilla”, afirmó Emma. Dijo que estuvo en shock por mucho tiempo al vivir sentimientos extraños por el inmenso dolor de perder a una de sus bebés mezclado con la alegría de darle la bienvenida a la otra. Luego de la cesárea, llevaron a la pareja a una habitación con cuna de enfriamiento.
Ellos le presentaron a Bella, su hermana gemela. También a sus hermanos Jack, de 5 años, Mickey, de 4, y Nicole, de 2. La segunda semana las enfermeras recomendaron a Emma y Paul colocar el cuerpo de su bebé en una canasta en el depósito del hospital para evitar que su piel se deteriorara. Pasados los quince días, los padres la vistieron para darle el último adiós.
“No hay un día en el que no piense en ella. La incluimos en todo lo que hacemos, queremos mantener viva su memoria”, informa Emma. “Jessica le dio la vida a Bella. Cada vez que la miro también veo a Jessica”, dijo su madre. Emma y su marido Paul quisieron compartir su experiencia para inspirar y brindar consuelo a otros padres que han pasado por lo mismo.
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