La madre de una menor de 17 años de edad, llora desconsolada luego de la violación que sufrió su hija por dos hombres; lo denunció ante un consejo local que impuso una ridícula multa, y como venganza, los violadores atacaron su casa y la mataron prendiéndole fuego.
Sus familiares, que son víctimas, tienen que salir tapados en los medios locales por su seguridad.
En un hospital cercano, se debate entre la vida y la muerte otra chica de 16 años de edad a la que violaron y luego prendieron fuego. Han detenido al sospechoso del ataque, sin embargo, ahí no acaba el tema.
Hay un tercer caso de una niña de 13 años de edad, que sufrió una violación en grupo el viernes pasado: se ha saldado con seis detenidos.
Estos son sólo los casos que se conocen, de nada han servido las recientes protestas y el endurecimiento de las penas para violadores, llegando a la pena de muerte cuando las víctimas sean menores de 12 años de edad. Cada día se denuncia de media un centenar de violaciones en la India y cuatro de cada diez son menores. La violencia sexual contra mujeres y niñas es constante.
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