Una madre colombiana viajaba en auto acompañada de sus dos hijas, una de 8 años y otra de 6 meses.
Se trasladaba desde Bogotá hasta Santander, con la intención de bautizar a su bebé.
El trayecto transcurría sin novedad, hasta que la madre volteó un segundo para observar a sus hijas en la parte trasera del auto. Ese simple movimiento resultó fatal, perdió el control y el vehículo terminó en la profundidad del río Fonse.
Las pequeñas perdieron la vida tras la volcadura del auto; siendo su madre la única sobreviviente gracias a que en medio del accidente salió expulsada del auto y pudo nadar hasta la orilla del río, subir a la carretera y pedir ayuda.
Al lugar llegaron los bomberos del municipio Ocamonte. Fue el comandante Alonso Rincón quien explicó el accidente.
“El vehículo venía del sector de San Gil. Al momento de llegar a una curva, la madre volteó a mirar a las niñas y ahí el automóvil se desvió hacia el río”, explicó el rescatista. Fue necesario realizar un rescate de tres horas para encontrar los cuerpos inertes de las niñas, que esperaban pasar un gran fin de semana en compañía de su familia.
En torno al caso, se agregaron otros factores que provocaron el incidente: incluyendo el cansancio de la madre al ir conduciendo, aunado al hecho de que viajaba de noche en un lugar en el que la neblina es abundante y casi no se puede ver.
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