Una madre fue hospitalizada por no quitarse el tampón durante varios días.
Amy Williams, de 24 años estuvo a punto de morir de síndrome de shock tóxico después de dejar un tampón dentro de su cuerpo durante cinco días.
Como explicó la joven madre que trabaja como asistente personal, accidentalmente dejó su tampón dentro de ella durante varios días, lo que provocó que el producto sanitario se volviera negro y resultara en un síndrome de choque tóxico que podría haber provocado sepsis y falla orgánica.
“He estado usando tampones durante 10 años, pero nunca volveré a usar otro. Quiero advertir a las mujeres y las niñas que tengan mucho cuidado al usarlos”, dijo Williams.
Según el asistente personal, el incidente ocurrió cuando ella estaba de fiesta junto a su compañero Samuel Mullen.
La joven de 24 años intentó cambiarse el tampón, pero supuestamente no pudo localizar el hilo, lo que la llevó a creer que ya se lo había quitado antes.
“Estaba realmente ebria en ese momento y no podía recordar si ya tenía uno. Además, no logré verlo”, admitió Williams.
Cinco días después de ponerse otro tampón, la madre supo que algo andaba mal después de que su área privada comenzó a producir un olor fuerte.
“Olía a muerte y no era normal. Así que me metí en la ducha para lavarme, pero el olor seguía ahí después de salir y secarme”, dijo.
“Me acosté en la cama y miré dentro de mí. Sentí algo con mi uña y me di cuenta de que había un tampón dentro de mí. Estaba mortificada”.
Como explicó la chica, tardó unos treinta minutos en quitarse el tampón negro y podrido de su cuerpo.
Dos días después, la joven de 24 años comenzó a sentir náuseas y finalmente desarrolló fiebre y comenzó a vomitar.
Después de ser llevada de urgencia a la sala de emergencias, Williams entró en shock séptico mientras que sus órganos comenzaron a ceder.
“Me llevaron rápidamente a una sala y me conectaron a un goteo de antibióticos mientras me hacían análisis de sangre. Le dije al personal que había dejado un tampón durante cinco días y parecían preocupados. Luego me informaron que mis niveles de RCP eran 264, la cantidad normal era 5”, recordó Williams.
“El médico me dijo que si me hubiera ido a casa ese día, no me habría despertado. Estaba aterrada. Le lloré a la enfermera y le pregunté si volvería a ver a mi hijo de tres años. Me aseguró que estaba en buenas manos”.
En los días posteriores a que le diagnosticaran síndrome de choque tóxico, Williams perdía la conciencia y la recuperaba mientras su cuerpo luchaba contra el envenenamiento de la sangre.
Después de pasar una semana bajo cuidados constantes, la madre fue dada de alta del hospital. Durante los siguientes diez días, continuó su recuperación en casa.
Si bien la madre se ha recuperado del síndrome de shock tóxico, según los informes, todavía experimenta períodos irregulares y abundantes como resultado.
“No podía creer que un tampón casi me matara. Nunca volveré a usar uno y ahora solo uso toallas sanitarias. Por favor, tengan cuidado al usar tampones. A mi casi me cuesta la vida”, concluyó Williams.
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