Una madre mató a su hija en Girona dándole 70 pastillas de antidepresivos.
La mujer, de 49 años de edad, se ha ratificado en todo lo que dijo en dependencias policiales y en la reconstrucción de los hechos, y confesó que el pasado 30 disolvió en un vaso de agua unas 70 pastillas de Lormetazepam 2 miligramos, un medicamento antidepresivo, y se lo dio a su hija de 10 años con el pretexto de que era para el dolor de garganta. Tras suministrarle la mezcla, ahogó a la menor en la bañera. La mujer permaneció ingresada en un centro psiquiátrico.
Esa misma mañana, la madre había comprado tres blisters de la medicación que se le había prescrito para su patología. En el domicilio familiar, situado en el segundo piso del número 28 de la Ronda Ferran Puig, tenía dos blisters más. En los últimos años se le había diagnosticado un trastorno de conducta grave y estaba a punto de ser incapacitada por parte de sus familiares, que solían hacerse cargo de la menor.
Según recoge el auto, hasta el día 24 había permanecido ingresada en un centro psiquiátrico y, tres días más tarde, acudió de urgencia a un centro médico donde afirmó que se quería suicidar.
Una vez perpetrado el crimen, la mujer contactó vía Messenger con el periodista del Diari de Girona Albert Soler y le confesó lo que había hecho. Luego, ella misma alertó a una vecina de edad avanzada cuyo hijo es Policía Nacional. Los efectivos sanitarios llevaron a la menor en parada cardiorrespiratoria al Hospital Josep Trueta de Girona, donde falleció poco después.
La Fiscalía había solicitado su internamiento en un centro penitenciario, controlada por médicos, mientras la defensa pedía su libertad o el ingreso en un centro psiquiátrico. La juez acordó su ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza por un delito de asesinato.
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