Munira Abdulla sufrió un terrible accidente cuando tenía 32 años de edad y quedó en estado vegetativo.
El príncipe heredero de Abu Dhabi, Mohammed Bin Zayed, ayudó con su recuperación. En 1991, Munira Abdulla recogió a su pequeño de cuatro años de la escuela en el auto de su cuñado. De pronto, un autobús arrolló el vehículo y su única reacción en el momento del choque fue abrazar a su hijo para protegerlo.
Omar Webair, el hijo, salió ileso del choque, sin embargo su madre, que en ese momento tenía 32 años, sufrió una grave lesión cerebral que la dejó en coma. En una entrevista se reveló que su madre había despertado luego de 27 años desde el accidente, a pesar de que el pronóstico que le dieron los doctores siempre fue poco alentador.
“Nunca perdí la esperanza, siempre tuve el sentimiento de que ella se despertaría algún día”, dijo el hombre que ahora tiene 31 años.
Luego del accidente, el menor pudo salir por sus propios medios del carro, sin embargo, Munira permaneció inconsciente.
“En esa época no había teléfonos móviles y no podíamos llamar a una ambulancia para solicitar ayuda. Ella quedó allí, sin ser atendida, por horas”, comentó Webair sobre lo ocurrido con su madre en la ciudad de Al Ain.Los doctores que atendieron a la madre le diagnosticaron estado de mínima consciencia, es decir, que no tenía reacciones frente a los estímulos, ni podía moverse, sin embargo, sí sentía el dolor. La mujer fue mantenida en estado de coma y era alimentada con una sonda, con pocas esperanzas de los doctores de que pudiera despertar. No obstante, le hacían terapias físicas para que los músculos no se deteriorarán por la falta de movimiento.
Para Omar se convirtió en una rutina visitar a su madre, y pese a que no hablaba sí tenía pequeños gestos que el hijo fue entendiendo con el pasar del tiempo. “Para mí ella era como el oro, cuanto más tiempo pasaba, más valiosa se volvía”, comentó. En abril del año 2017, el príncipe heredero de Abu Dhabi, Mohammed Bin Zayed, se enteró del estremecedor caso y ofreció su ayuda a la familia para que la mujer entrará en un programa médico en Alemania.
“Ni siquiera pedimos la subvención y nos la ofrecieron. Estoy agradecido con el príncipe heredero por eso”, cuenta Omar. En un hospital cerca de Múnich, Schön Klinik Bad Aibling, Munira fue sometida a varias cirugías en piernas y brazos para ayudarle con los problemas musculares.
“Nuestro principal objetivo era darle la oportunidad a su frágil consciencia de desarrollarse y prosperar dentro de un cuerpo sano.”, explicó el doctor Ahmad Ryll, especialista en neurología.
Pese a los pronósticos negativos, Omar nunca perdió la esperanza de que su madre le volviera a hablar. “Les dije a los doctores que esperaba que ella empezara a hablar de nuevo, me dijeron que mi imaginación me volvía loco, que solo la estaban rehabilitando para mejorar su calidad de vida”, añadió.
Al principio, cuando Munira despertó todos creyeron que era una confusión.
“Ella estaba haciendo sonidos extraños y yo llamé a los doctores para que la examinaran, me dijeron que todo era normal”.Luego, se produjo lo que se podría calificar como un milagro.
“Tres días después, desperté con el sonido de alguien que me llamaba por mi nombre. ¡Era ella! Ella me llamaba, yo volaba de alegría. Por años soñé con ese momento, y mi nombre fue la primera palabra que dijo”, comentó.“Después empezó a decir los nombres de sus hermanos, y de todos los que ella quería que estuvieran cerca; cuando gritaba era como si estuviera reviviendo el accidente y luego se despertó”.
Munira es capaz de tener conversaciones y poco a poco su condición ha venido mejorando. El principal inconveniente es la atrofia muscular por lo que está en terapias constantes.”La razón por la que compartí su historia es para decirle a la gente que no pierdan la esperanza hacia sus seres queridos; que no los consideren muertos cuando están en ese estado”, advirtió Omar.
“Todos esos años, los doctores me dijeron que era un caso perdido, y que no tenía sentido el tratamiento que estaba buscando para ella. Sin embargo, cuando tenía dudas me ponía en su lugar y hacía todo lo posible para mejorar su situación”, finalizó.
¿Estarías dispuesto a esperar todo ese tiempo para volver a hablar con un ser querido? Deja tu respuesta en los comentarios y COMPARTE esta noticia.