Alice Hohenhaus de 25 años de edad, tenía 4 años, cuando fue diagnosticada con leucemia.
A pesar de que con 8 años la enfermedad remitió, a los 9 años recayó y las radiación que sufrió durante el tratamiento le generó una dificultad para tener hijos. Por sorpresa, Hohenhaus quedó embaraza naturalmente cuando tenía 23 años, sin embargo, perdió al bebé con 15 semanas y el doctor le advirtió que debido a las complicaciones en su útero jamás podría tener hijos.
Sin embargo, su madre Theresa Hohenhaus, de Ipswich, Queensland, se ofreció voluntaria para llevar a cabo el sueño de su querida hija de formar su propia familia. Theresa Hohenhaus, permitió que le implantaran un embrión en su útero para darle un bebé a su hija, Alice Hohenhaus, luego de que a esta le informaran que no podría tener hijos debido a la leucemia que padeció de pequeña y que le ocasionó complicaciones en el útero.
Alice quedó embaraza de forma natural cuando tenía 23 años de edad, sin embargo, perdió al bebé a las 15 semanas de gestación. “Todavía tenía embriones y pensé, ¿por qué no?”, comentó Theresa. “Creí que era muy mayor y Alice al principio no quiso que lo hiciera, porque estuve a punto de perderla dos veces, tuve una hemorragia durante el embarazo. Sin embargo, hacerla feliz y ver lo alegre que está ahora ha valido la pena”, agregó.
Theresa, ya había sido madre de 5 niños y quedó embarazada inmediatamente. “Le dije a Alice antes de saberlo que creía que estaba embarazada porque me encontraba bastante regular. A la siguiente semana me hice la prueba y dio positivo”, nos comenta Theresa. “Fue muy emocionante, a cada cita y ecografía fuimos juntas y en todas lloramos, estamos muy unidas.”
“Debo resaltar que fue la mejor experiencia de mi vida”, dice Theresa. “Estaba realmente preocupada por cómo me enfrentaría a ello cuando lo tuviera, sin embargo fue muy natural, me lo colocaron encima y le di el primer abrazo mientras Alice cortaba el cordón umbilical”.
“Era tan hermoso. Al inicio estaba preocupada sobre el hecho de tener que entregárselo a Alice, y ella estaba preocupada porque sabía que sería un sufrimiento para mi. Sin embargo, lo hicimos juntas y es un momento que jamás olvidaré”. Selena Rollason, la fotógrafa que estuvo durante el parto, capturó cada instante de este emotivo nacimiento.
“Alice habló conmigo en febrero y me compartió su historia. Me pareció tan fascinante que no podía creer que la historia fuera real”, cuenta la fotógrafa. “Como soy madre, esta historia me llegó al corazón y el parto fue un hecho increíble de atestiguar. No pude evitar llorar, ni siquiera puedo expresarlo con palabras, el ambiente fue tan electrizante y lleno de emociones, de alivio y de alegría”, cuenta Selena.
Theresa cuenta que lo haría otra vez sin pensarlo. A pesar de que la gente se preocupa por el esfuerzo que supone, ella goza de excelente salud y le encantaría darle un hermano a su nieto Parker, por lo que duda de que vayan a donar el último embrión que queda. “Haría cualquier cosa por mis hijos y realmente merece la pena sólo por el hecho de ver tan feliz a mi hija”, finalizó Theresa.
¿Serías capaz de hacer algo así por un ser querido? Sin lugar a dudas, esta madre le ha dado a su hija el mayor regalo que podía hacerle. ¡Comparte esta increíble historia con tus amigos!