Esta hermosa madre llevó a su bebé moribundo hasta el final del embarazo para poder darle sus órganos a otros pequeños necesitados de algún transplante.
Krysta Davis tomó esta desgarradora decisión con la esperanza de que su angelito ayudara a otros bebés a vivir vidas saludables.
Krysta tiene 23 años, y a sus 18 semanas de embarazo le dijeron que su bebé tenía anencefalia, un defecto grave de nacimiento que significa que nacería sin partes de su cerebro.
Los médicos le dijeron a la pareja que podrían inducirle el parto de inmediato para terminar allí con todo o que Krysta podría seguir a término a pesar de saber que su hija podría morir en el útero.
Sabiendo que la vida de su bebé se limitaba a unos pocos días, disfrutaron cada momento del embarazo.
“Llevarla a término significaría que teníamos la opción de donar sus órganos para que otras madres pudieran traer a sus bebés a casa cuando nosotros no pudiéramos”, expresó Krysta. “Eso fue lo único que necesité saber para continuar con mi embarazo y fueron unos meses muy positivo, de alguna forma sentí la fortaleza de mi niña”.
“Sabía que tenía que ser feliz durante todo el embarazo por ella, no tenía sentido pasar por eso cuando teníamos tan poco tiempo juntos”.
“Fue increíble sentir su patadita, no sabía si ella se movería, pero lo hizo, y mucho”.
“A medida que avanzamos en el embarazo, ella se movía más y más, podía ver sus pequeños pies moverse sobre mi vientre. Tuve nueve meses para enamorarme, pero no fue nada comparado con abrazarla y verla cuando di a luz, no podía ver nada malo en ella cuando nació, la amaba”.
Rylei Arcadia nació con un peso de 2 kilos y medio. Sobrevivió durante una semana antes de fallecer en Nochevieja en los brazos de sus padres.
Su corta vida le dio a otros dos bebés una oportunidad de vida después de que sus pulmones y sus válvulas cardíacas fueron donadas a una fundación de investigación que necesitaba desesperadamente esos órganos.
“Después de que ella falleció, el cirujano entró y nos dijo que no había conocido a una familia como nosotros en 12 años”, dijo Krysta. “Se sintió maravilloso saber que, debido a mi niña, otros dos bebés pudieron irse a casa, eso fue lo que más nos conmovió”.
“Cada vez que miro las fotos de ella, atesoro los momentos, todavía me salen un par de lágrimas, pero todo fue perfecto”.
“Ella hizo una gran diferencia en la vida de otros que no habrían tenido una segunda oportunidad”.
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