Vladislava Trokhimchuk, una joven rusa de 23 años de edad, enfrenta una condena en Ucrania después de dejar abandonados por nueve días a sus hijos de 2 y 3 años respectivamente, para irse de vacaciones con su amante a la casa de los padres de él.
Los pequeños vivían prácticamente en una “casa de torturas”, donde los niños debieron alimentarse del yeso de las paredes y de su propio excremento debido a que no tenían comida. Las paredes de la vivienda tenía rastro de las mordidas que les daban los niños.
El suceso se generó en la ciudad de Kiev, donde el menor de los hermanos falleció y el mayor tenía un alto grado de desnutrición cuando fue rescatado por las autoridades.
La madre fue detenida y acusada de asesinato deliberado y crueldad severa, llamando la atención de la policía puesto que cuando le mencionan los crímenes, ella solamente se reía y burlaba de la situación, asegurando que no sufre ningún tipo de remordimientos por lo sucedido. Además, aseguran que Vladislava tenía interés en que sus niños lucieran mal, así subía imágenes de ellos a las redes sociales y podría pedir ayuda a sus contactos.
“Probablemente, quería que se vieran mal, muy pálidos y que se parecieran a la piel y los huesos, por lo que los encerró sin comida, ni agua”, comenta la prensa ucraniana.
Cabe destacar que el hecho sucedió hace dos años y en la actualidad se está desarrollando el juicio en contra de la mujer, pudiendo ser condenada por 15 años de prisión.
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