Ir a un médico nunca es una experiencia cómoda, especialmente si ese médico está a punto de mirar ahí abajo.
Ser médico ciertamente no es fácil, ya que tienen la vida de muchas personas en sus manos y siempre necesitan dar lo mejor de ellos mismos. Ahora imagina hacer eso, y además tener que lidiar con los órganos sexuales de las personas.
Entonces, lo que sigue es una lista de los 15 hábitos que los ginecólogos más odian.
1. Nada de lo que digas, asustará a tu ginecólogo
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Han estudiado varios años, han visto miles de pacientes. Han visto todo bajo el sol. Incluso si parece un poco asqueroso para ti, no significa que no debas mencionarlo. Nunca te juzgarán por eso. Después de todo, es su trabajo. Siempre se abierta y honesta con tu ginecólogo, ya que nunca se sabe si será la diferencia entre la vida y la muerte.
2. Por favor, nunca te auto diagnostiques
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El Internet está lleno de información, pero ciertamente, no está lleno de opiniones de expertos en salud. Google puede saber cuándo se emitirá el próximo episodio de America’s Got Talent, pero no conoce todos los factores que ocurren dentro de tu cuerpo. Deja eso a los profesionales y siempre reserva una cita.
3. Se sincera en todo momento
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Se sincera si tomas algún medicamento o si consumes algún tipo de droga, no olvides que omitir estos simples detalles pueden poner en riesgo tu vida, además que existe la confidencialidad entre paciente y médico, por lo que no puede juzgarte bajo ninguna circunstancia.
Se honesta acerca de tu vida sexual. Si sientes algún dolor durante la intimidad, es momento de contarle a tu ginecólogo. Tu salud es su prioridad y, aunque pueda parecer embarazoso explicar todo lo que sucedió, necesitan saber los detalles.
Recuerda que los ginecólogos son ante todo profesionales. No te avergüences de la apariencia o el olor de tus partes íntimas. Los ginecólogos se ocupan de muchas partes de las mujeres todos los días y están ahí para ayudar. No te juzgarán.
4. Siempre baja en la mesa de examen
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Todas hemos pasado por lo mismo cuando se trata de estar en la mesa de examen, no queremos deslizarnos hacia abajo para no sentirnos súper expuestas. Sabes por qué estás allí y tu ginecólogo va a verlo todo, así que deslízate lo máximo que puedas hacia abajo, para que pueda realizar un examen correcto.
5. No canceles tu cita a causa de tu período
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Confía en nosotros cuando te decimos que tu período no va a ofender a tu ginecólogo en absoluto. Ven cosas así todos los días. Los ginecólogos quieren que sepas, que es importante que vayas, para lo que necesites, independientemente de tu período. Por ejemplo si el flujo es demasiado abundante, ¡esa es una razón más por la que deberías ir!
6. Si cambias de ginecólogo, cuéntale todo
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¿Has tenido hijos? ¿Cuántos? ¿Cómo nacieron? ¿Naturalmente o mediante cesárea? Todos estos detalles son críticos cuando cambias de ginecólogo, ya que los ayudarás a tomar las decisiones correctas y elegir los instrumentos correctos. Haces su trabajo más fácil y es más cómodo para ti también.
7. Está bien que no estés depilada
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Han visto suficientes arbustos hasta el punto de que ya no les importa y se han vuelto completamente insensibles a si estás o no depilada. No necesitas impresionar a tu ginecólogo. Mientras puedan ver, eso es todo lo que importa.
8. Si necesitas una ginecóloga mujer, avisa
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Por favor se sincera al respecto antes de llegar a la cita. No hay nada de malo en preferir una ginecóloga. Hazles saber tu preferencia y todo saldrá bien.
9. Los blogs personales no tienen títulos médicos
Solo porque haya un blog en Internet que dice que saben lo que es mejor para tu embarazo, no significa que debas hacerles caso. Tu ginecólogo siempre debe tener la última palabra cuando se trata de cómo manejar tu embarazo. Él sabe más sobre tu situación y los riesgos involucrados.
10. Deja de usar productos raros para limpiar allí abajo
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Lo único que deberías usar para limpiarte es agua tibia. Sin jabones, sin lavados corporales, sin perfume. El aceite de coco está bien, si realmente debes ponerte algo allí. Tu vagina tiene un equilibrio muy delicado así que cualquier cosa puede dañarla. También cuando te estás secando, asegúrate de tocar / golpear la piel en lugar de frotar la piel agresivamente.
11. Los exámenes pélvicos y las pruebas de Papanicolaou realmente salvan vidas
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Cada tres años, siempre debes realizarte una prueba de Papanicolaou.
A menos que tu ginecólogo te los pida más a menudo, por supuesto.
Son rápidos y fáciles de hacer. Pero lo más importante de todo es que tu ginecólogo, realmente te odia cuando no lo haces. No solo haces su trabajo más difícil, sino que también pones en peligro tu propia vida.El cáncer de cuello uterino es uno de los tipos más agresivos y dolorosos, por lo que la detección temprana es clave.
No olvides programar tus citas cuando las necesites y siempre acudir a ellas.
Lo más importante de esta lista es que nunca te sientas avergonzada cuando vayas al ginecólogo, sin importar el problema que tengas. Son profesionales y su trabajo es manejar ese tipo de cosas. Sé honesta y construirás una buena relación con tu ginecólogo.
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