Una campeona rusa de levantamiento de pesas de clase mundial no pudo abordar un vuelo nacional.
Un grupo de trabajadores de la aerolínea le dijeron que primero tenía que demostrar que es mujer, según información de medios locales.
La seis veces campeona mundial Anna Turaeva, de 42 años, describió su “horror” cuando los empleados de Utair le hicieron preguntas íntimas sobre sus preferencias sexuales frente a otros pasajeros en San Petersburgo antes del vuelo a Krasnodar vía Moscú, informó otro medio local.
“En el puesto de control se negaron a dejarme pasar diciendo que en mi pasaporte estaba escrito que soy mujer”, escribió en Instagram, donde se ve a la mujer calva, cincelada y tatuada en varias poses, incluso en topless.
“Fue humillante. Me reprendieron como un niño frente a la gente en la cola. Querían saber qué papel juego en la vida y entre las sábanas ”, dijo.
“Toda la cola estaba viendo esta anarquía y me sentí lo más indefenso posible en esta situación. Estaba tratando de demostrar que realmente soy una mujer ”, agregó Turaeva, quien se declaró lesbiana hace años, según el medio.
A pesar del acoso, dijo que se mantuvo tranquila y “no me permití la menor grosería” mientras trataba de explicar en voz baja a los empleados que estaban equivocados al pedirle que probara que era mujer.
“Entonces ocurrió un milagro: se me permitió abordar el avión”, dijo Turaeva, sin explicar cómo finalmente los convenció.
“He trabajado toda mi juventud…. con mi sangre y sudor por mi país, para que no me traten así ”, dijo.
Utair se disculpó con la mujer y dijo: “Este servicio es inaceptable. Definitivamente comprobaremos las acciones de los empleados del aeropuerto que trabajaron en su vuelo y solucionaremos la situación “.
Cuando era niña, Turaeva era “enfermiza” e incluso estaba exenta de la clase de gimnasia hasta los 15 años.
Dijo que su padre “trabajaba en una planta de maquinaria. Hizo hierro, mancuernas, pesas y todo lo demás, para mis amigos y para mí.
“Mi mamá siempre me apoyó, incluso cuando no me parecía a todas las demás niñas”, agregó. “Fue un milagro para ella que yo me mantuviera con vida, ya que de los seis a los 15 años no veía más que hospitales”.
Y ahora, como una atleta de clase mundial, dijo que disfruta de quién y cómo es.
“Me veo de esta manera y no voy a cambiar y verme diferente”, dijo.