Conocemos cientos de historias donde los pacientes superan las expectativas de la ciencia.
El nacimiento de siameses suele ser complicado, sus vidas corren peligro dependiendo de la cantidad de órganos que comparten para vivir.
La historia de las hermanas Macy, Mackenzie y Madeline ha impactado al mundo. Cuando nacieron, sus padres tuvieron que afrontar que 2 de las bebés eran siamesas.
Estas pequeñas desde su nacimiento han sufrido mucho, no sólo por su condición física, también porque sus padres no lograron afrontar su realidad y las abandonaron.
Pero sus vidas dieron un cambio radical.
Macey y Mackenzie son gemelas siamesas. Un acontecimiento singular, pues además de ellas, sólo existe otro caso en el mundo.
Desde su nacimiento la salud de las pequeñas corría peligro.
Las posibilidades de que vivieran eran muy pocas. Sus padres decidieron darlas en adopción pues no tenían la capacidad económica, ni emocional para mantenerlas.
Los médicos hicieron todo lo posible por mejorar la calidad de vida de estas pequeñas. Los tratamientos a los que fueron sometidos fueron dolorosos, pues ingerían muchos medicamentos y tuvieron que soportar sondas y otros aditamentos.
La vida de las pequeñas dio un giro radical cuando fueron adoptadas por Darla y Jeff. Esta valiente pareja ya tenían 3 hijos y no contaban con muchos recursos económicos.
La pareja con mucho esfuerzo logró recaudar el dinero suficiente para separar a las bebés. La operación resultó todo un éxito.
La cirugía consistió en estirar la piel con expansores y duró 24 horas. A los 9 meses de edad, el destino de las bebés cambió.
A pesar del éxito de la operación, cada niña perdió una pierna, pero posteriormente con fisioterapias y una prótesis personalizada lograron salir adelante.
Después de que las niñas a travesaron por la etapa más difícil de su recuperación, Darla y Jeff decidieron mudarse a una granja, a las afuera de Iowa, para vivir más cómodamente.
Las trillizas han tenido una infancia muy feliz, ya que sus padres se esmeran día con día en darles lo mejor que tienen. La gente que las rodea siempre está al pendiente por si necesitan apoyo.
Darla y Jeff demostraron que con amor y esmero no existen fronteras.
Las trillizas aunque no conocen a sus padres bilógicos, mencionaron que son muy felices con su familia adoptiva.
¿No te parece que Jeff y Darla hicieron un gran acto de amor? No dudes en difundir esta hermosa historia.
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