La “Puerta al Inframundo”, uno de los cráteres más grandes de Siberia, está preocupando a todo el mundo.
Este cráter no para de crecer, y en su desarrollo está dejando en evidencia diferentes bosques, cadáveres de animales prehistóricos y registros climáticos históricos de hasta 200.000 años.
El monstruoso cráter mide casi 1 km de largo, 86 metros de profundidad y cada año crece un promedio de 10 metros. Sin embargo, según diferentes registros, se pudo notar que en años más cálidos el crecimiento se ha incrementado hasta a 30 metros por año.
NASA Earth Observatory
El llamado cráter de Batagaika comenzó a formarse en la década de 1960, como resultado de la deforestación en el área. Debido al cambio climático, el suelo se calienta más rápido de lo normal, a causa de que ya no se encuentra a la sombra en los meses de calor, provocando que la capa de hielo se derrita y el suelo comience a colapsar.
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Durante miles de años, el suelo de esta región ha acumulado enormes cantidades de gases. A medida que se derrite el hielo, más carbono es expuesto a microbios. Estos microbios consumen carbón y producen no sólo dióxido de carbono sino metano, un potente gas de invernadero.
A medida que el cráter continúe fundiéndose, estos gases de efecto invernadero podrían liberarse en la atmósfera acelerando el calentamiento global.
“Esto es lo que llamamos refuerzo positivo”, dijo Frank Günther del Instituto Alfred Wegener en Alemania. “El calentamiento acelera a su vez el mismo calentamiento y estas características pueden desarrollarse en otros lugares”, agregó.
Julian Murton
Sin embargo, no todas son malas noticias. Los científicos creen que las capas de sedimentos en el cráter podrían revelar hasta 200.000 años de historia de la Tierra. Se han encontrado dos bandas que indican las épocas de bosques densos en los lados del cráter, una que indica un momento en que el área estaba abierta de tundra.
También, han sido descubiertos los cadáveres de un mamut, un buey almizclero y un caballo de hace 4.400 años.