Esto sucedió en 2008 en Manchester, Reino Unido, cuando Naomi Jacobs despertó en una casa que no era la suya.
No estaba en su cama individual, ni tampoco el pijama que llevaba era suyo…
“Los primeros segundos pensé que todavía estaba soñando. Bueno, era más bien una pesadilla. No podía reconocer la habitación en la que me había despertado”, relató.
“Salté de la cama y me vi en el espejo. Mi cara había cambiado. Me veía pálida y supe que había envejecido. Cuando hablé en voz alta por primera vez, mi voz sonaba muy diferente”.
Naomi Jacobs despertó creyendo que tenía 15 años. “Todos mis sentidos, todas mis emociones eran las de una chica de 15 años de edad. Y creía que era 1992”.
En realidad ella estaba en el año 2008 y tenía 32 años de edad, por lo tanto, lo que sucedía era que estaba sufriendo un un trastorno llamado amnesia disociativa: una forma infrecuente de amnesia causada por el estrés grave.
“Nunca olvidaré el momento en que Gerald, el esposo de mi amiga, le extendió a mi hermana un móvil para hacer una llamada”, escribió en el libro donde contó su increíble experiencia, Forgotten Girl.
“Mi asombro fue total al mirarla usar la punta de su dedo para tocar la pantalla y buscar en una larga lista de números. No podía creer que no había teclas y que uno solo tenía que tocarlo para que funcionara. Era algo de película”.
Sin lugar a dudas, el mundo donde vivimos cambió de forma rotunda estos últimos 17 años, por lo que tuvo que aprender a utilizar nuevamente la tecnología actual, y ponerse al día con diferentes noticias, como la muerte de Lady Diana, el atentado a las Torres Gemelas, y miles de noticias más.
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También, como si fuera poco, Naomi descubrió que era madre soltera de un niño, y que dependía del Estado para pagar sus gastos y la vivienda. Ella estaba desempleada y estudiando psicología, una carrera que no le interesaba para nada cuando era adolescente.
“Era muy crítica con mi yo adulta, no entendía cómo había terminado así. Era en parte devastador y en parte confuso. No quería estar en esa situación. No quería estar en esa casa. No quería estar en esa vida”, confesó.
Naomi se dirigió a un doctor para que trate su condición, pero ni siquiera le creyeron, por lo tanto tuvo que buscar una mejora ella misma.
“Decidí que iba a descubrir cómo recuperar mis recuerdos. Y lo primero que tenía que averiguar era qué había llevado a que esto sucediera; cómo había terminado en esta situación”, cuenta.
La mujer encontró varios diarios íntimos que había escrito, y descubrió que antes de su amnesia había discutido con su madre, quien era alcohólica, y luego de eso intentó suicidarse.
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“Cuando leí eso en los diarios fue cuando me di cuenta de que todo comenzó conmigo. Fui yo quien realmente me había dado por vencida. Las decisiones que tomé a los 15 años enrumbaron mi vida por el curso que tomó Naomi adulta”, contó
Debieron pasar otros 3 años para que Naomi consiguiera que la diagnosticaran. Por fin, un psiquiatra la pudo ayudar: “Investigó mucho y habló con sus colegas, y todos coincidieron en que tenía algo llamado amnesia disociativa”. Le explicaron que era un tipo muy raro de amnesia provocada por un severo estrés.
Naomi expresó que recibir un diagnóstico la hizo sentir “un alivio profundo” y luego decidió escribir sus experiencias en un libro llamado Forgotten Girl (“La chica olvidada”) contando toda su historia.
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Fotos: “Forgotten girl” Naomi Jacobs