La sociedad en la que vivimos tiende a ser prejuiciosa.
Es común criticar a las personas por su aspecto o su condición social.
En las calles se encuentran muchas personas desamparadas, algunos buscan sobrevivir el día a día limpiando parabrisas, haciendo algún “show” en los semáforos o vendiendo dulces. Muchos los juzgan, pensando que podrían encontrar cualquier trabajo, pero es un hecho que la mayoría desconocemos las razones por las que acabaron de esa manera. Es un problema complejo y que nos involucra como sociedad.
La historia de John Beard es realmente sorprendente, él vivía en St. Louis, Estados Unidos. Algunas personas talvez lo recuerden merodeando por las calles, pero solo un hombre conocía su historia.
John antes de vivir en las calles fue sargento, su cargo lo desempeñó entre los años 68 y 71, y su dedicación le hizo merecedor de 4 medallas de honor.
Su historia dio un giro radical cuando regresó de Vietnam, pues no logró adaptarse a su “vida normal”, terminó enfermo y en las calles.
Durante su puesto como sargento estuvo expuesto al agente naranja, por lo que contrajo cáncer de pulmón y de cerebro. Murió a los 67 años en completa soledad.
Calvin Whitaker era dueño de una funeraria en St. Louis, por cuestiones del destino había conocido a John y se enteró de su fallecimiento.
Calvin rápidamente preparó todo lo necesario para un funeral digno a John.
La noticia de la ceremonia rápidamente se propagó, entonces muchas personas comenzaron a llegar al funeral, incluso se realizó un desfile militar y una escolta de la Patriot Guard en honor al ex sargento.
¿Te parece un acto hipócrita?
En este enlace podrás ver más sobre esta ceremonia:
El caso de John se ha hecho viral y ha despertado la atención de mucha gente, algunos comentan que no volverán a juzgar a nadie que se encuentre en condiciones de desamparo.
En honor a todas las personas que tienen una historia similar a la de John comparte este artículo. Descanse en paz el sargento John Beard.
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