Los perros son criaturas excepcionales aunque a veces nos parecen que no son del todo inteligentes.

Sin embargo, varios estudios han demostrado son capaces de sentir las emociones humanas; diferenciando entre caras felices, enojadas o tristes. Parece ser que también pueden distinguir si se puede confiar en una persona o no.

En un estudio publicado en la revista Animal Cognition, un equipo dirigido por Akiko Takaoka de la Universidad de Kyoto en Japón presentó 34 perros con tres rondas de señalamientos.

En la primera ronda, los experimentadores señalaron hacia dónde estaba escondida la comida en un recipiente. En la segunda vuelta, señalaron un contenedor vacío y en la tercera ronda, se volvió a señalar el recipiente con comida. Sin embargo, el perro ya no siguió la señal del experimentador.

Al terminar estas rondas, un nuevo experimentador replicó la prueba. La mayoría de los perros siguieron señalando en la Fase 1, pero muchos menos lo hicieron en la Fase 3.

Takaoka se sorprendió de que los perros “devaluaran la fiabilidad de un ser humano” tan rápidamente.

Estos resultados sugieren que no solo los perros son muy hábiles para comprender los gestos humanos, sino que también hacen inferencias acerca de la confiabilidad de la persona que presenta señales y consecuentemente modifica su comportamiento de manera flexible dependiendo de la inferencia.

 

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