Nacer con síndrome de Down nunca fue un impedimento para Álvaro Lafarge.
Desde siempre, el sueño de este chico argentino era ser bombero. Hoy, a sus 22 años de edad, puede decir que lo ha logrado.
Gracias a su esfuerzo y dedicación. Sin embargo, el trayecto hasta lograr su preciada meta no fue fácil. Y es que Álvaro ha luchado mucho para estar donde está hoy.
Siempre le dijeron que se dedicara a deportes de menos riesgo como el rugby o la equitación, sus otras pasiones. Consejos a los que el joven siempre hizo caso omiso. Gracias a eso logró aumentar su masa muscular y tener más fuerza para efectuar las pruebas que le exigía su profesión.
Su madre contó que su hijo “cumplía con todos los requisitos que le exigían”, pero esto parecía no ser suficiente. “Comenzó a ir tres veces por semana al cuartel. En diciembre iniciamos los trámites para que lo contrataran oficialmente, pero no lo terminaban de aceptar. Nos pasamos tres años y medio de oficina en oficina”.
Desesperada por ayudar su hijo, su madre decidió escribir una carta en la página web de peticiones Change.org, en la que comentó la situación en la que se encontraban. Consiguió más de 17 mil firmas en cuatro días: “Los medios ayudaron con la difusión del caso y, junto a organismos no gubernamentales, hicimos una solicitud formal al ministerio de Seguridad”.
“Se lo toma muy en serio. Por suerte, su zona es tranquila y no lo van a mandar a incendios, ni nada que implique un peligro para él. También va a los desfiles oficiales. Está feliz y le encanta”.
El caso acabó llegando hasta la gobernadora, que intercedió para agilizar los trámites, ya que, reconoció que, si cumplía con todos los requisitos, no debía haber problema en que Lafarge realizara su trabajo dentro del cuerpo de bomberos.
Es cierto que no está expuesto a situaciones de riesgo, el joven trabaja 30 horas por semana dentro del cuartel y tiene un sueldo como el de sus compañeros.
“Verlo lograr otra meta nos llena de felicidad. En Argentina, la integración para la gente con capacidades distintas existe solo en la teoría. Luchamos por él desde que nació. Con la obra social, con las maestras que le decían que no podía terminar la primaria… y otra vez ganamos. Él nos demuestra que sí se puede”.
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