José Rabadán, un chico de 16 años de edad, asesinó a sus padres y a su hermana de nueve años con un sable, una modalidad de espada japonesa.
Rabadán fue condenado a 12 años de internamiento en un centro psiquiátrico. Actualmente, un programa de televisión contactó con él para mostrar cómo es su vida ahora.
En el documental: “Yo fui un asesino” (DMAX), José Rabadán dice estar plenamente reintegrado en la sociedad: tiene una hija de tres años de edad, trabaja como Bróker y está casado. Ahora tiene 33 años de edad.
En la primera entrega del documental, el “Asesino de la Catana”, generó escalofríos por lo que ha dicho sobre el momento de los asesinatos: “No fui yo. La espada bajó sola”.
En el documental, Rabadán también afirma que su crimen fue una rebelión “contra Dios” por la situación de su hermana, que sufría síndrome de Down.
El joven recuerda que era muy aficionado a las artes marciales, que quería ser “un ninja” y que acabó acercándose al satanismo.
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