James Campbell era un atleta de 22 años aparentemente saludable.
Pero un día se encontraba viendo un partido de fútbol en la televisión y sufrió un accidente cardiovascular en su médula espinal. Todo ocurrió tan rápido que James a duras penas comprendió la gravedad del asunto. Sintió una extraña sensación en su cuello y luego mucho dolor. Minutos después ya se encontraba paralizado del cuello para abajo.
“Pensé que tenía mononucleosis, como si mi cuello estuviera rígido. Me sentía raro. Es todo lo que recuerdo”, dijo James. El chico no podía realizar ningún movimiento y tuvo que permanecer sentado en el sofá durante 18 horas. Su novia llegó al apartamento y llamó de inmediato una ambulancia.
Los médicos se encontraban extrañados con la situación, pero tras una serie de pruebas confirmaron que James había sufrido un derrame cerebral que es conocido como infarto posterior en la médula espinal. “Nadie sabía si lograría sobrevivir. Los problemas en las espinas dorsales son como los copos de nieve. Cada caso es único”, contó James.
Esto ocurre cuando hay un bloqueo que impide que la sangre llegue hasta la médula espinal. Que algo así sucediese a una persona tan joven como James no hacía más que dejar a los especialistas boquiabiertos. Una serie de pruebas reveló que su estado de salud estaba muy deteriorado.
Encontraron varios coágulos en la sangre, tenía presión arterial baja, falta de oxígeno y fallas en los riñones.
Luego de pasar semanas en la UCI, el chico se encuentra en una silla de ruedas y todos los pronósticos aseguran que continuará así a larga plazo. James y su familia han acudido a ver los mejores especialistas y están dispuestos a probar diversas terapias y tratamientos para lograr recuperar algo de movimiento.
Recientemente, logró mover sus pulgares y uno de sus dedos índice. “Está luchando a diario para poder mejorar”, dijo un familiar del chico. Su familia está reuniendo fondos para continuar con esta dura batalla y realizar una serie de modificaciones en el hogar que permitan que James se traslade más cómodamente con la silla de ruedas.
James está decidido a dar lo mejor de sí y no pierde la esperanza de recuperar tanto movimiento como sea posible por medio de las terapias y la ayuda de los médicos.
Deja tu opinión sobre el caso, y compartelo con todos.