El joven Patrick Mitchell estaba incómodo y sentía que no encajaba con su cuerpo.
A los 12 años, le suplicó a su madre empezar a tomar hormonas con estrógeno luego de ser diagnosticado con disforia de género (disgusto con el sexo biológico que le ha correspondido al individuo).
A muy temprana edad, escuchó por primera vez la palabra “trans”. “Siempre me he sentido identificado más con las chicas y pensé que tenía sentido, que quizás yo soy una chica. Era muy femenina y me encantaba la moda, cocinar y la gimnasia”.
Tuvo que esperar hasta los cumplir los 12 años cuando le notificó a su familia, que no quería volver a la escuela por culpa del bullying. “Cuando todos se iban a dormir, me quedaba despierto hasta tarde buscando a personas trans y cirugías que me podría hacer para verme más femenino”.
“Era muy difícil levantarme cada mañana y ver algo nuevo en mi cuerpo o notar que había crecido. Era muy deprimente, odiaba mirarme al espejo. No sabía quién era esa persona”.
Su madre tomó la decisión de educarlo en casa y, después de ver un programa de personas transgénero, sacó el tema a su hijo. “Le comenté a Patrick: “No digo que éste seas tú, sin embargo, creo que deberíamos hablar con un médico”. Ni siquiera había terminado la frase y ya tenía una gran sonrisa en su rostro. No lo había visto sonreír desde hace meses”.
“De pequeño, se vestía con ropa de mujer y una vez me preguntó que si lo podía llevar al doctor para que lo convirtiera en una chica”. Luego de escuchar consejos de profesionales le sugirieron que era la decisión más acertada, Mitchell comenzó la transición.
Comenzó a tomar hormonas con estrógeno, se dejó crecer el cabello y le salieron pechos, sin embargo, dos años después, Patrick cambió de idea.
Fue a comienzos de este año, cuando sus maestros empezaron a referirse a él como chica, Patrick empezó a sentirse distinto. “Comencé a darme cuenta de que en realidad estaba cómodo con mi cuerpo y cada día me sentía mejor”.
“No tenía miedo de contarle a mi madre mi decisión, ha sido tan abierta y un gran apoyo en mi transición”. Su madre no podría estar más orgullosa. “Me vio a los ojos y me dijo: “No estoy seguro de que sea realmente una mujer”.
“Desconozco qué nos traerán los próximos días, no obstante, sé que sus pensamientos ya se han encontrado con su cuerpo”.
Patrick ha dejado de tomar hormonas y se está preparando para una cirugía que eliminará el exceso de tejido en el pecho, para volver a su estado original. “Sentía incomodidad con mi género, pero ya no es el caso”, confirma Patrick, quien afirma que no se arrepiente de los últimos años.
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