Las infecciones, son una de las principales enfermedades que ocurren en nuestros oídos.

Muchos las pasan por alto, a pesar del dolor que puede llegar a ocasionar. No obstante, este tipo de afección puede provocar daños más severos como una perforación del tímpano, incremento del tamaño del adenoides y amígdalas e, incluso, la pérdida de la audición.

Causas:

La trompa de Eustaquio que se encuentra en el oído medio, tiene dentro de sus funciones drenar los líquidos que se producen, precisamente, en esta parte del oído. Cuando dicha tropa se bloquea por alguna razón, el líquido no sale y se producen las infecciones. Dentro de las causas para que ocurra este bloqueo tenemos:

– Procesos alérgicos;

– Infecciones de los senos paranasales;

– Resfriados;

– Exceso de moco y de saliva;

– Infección del adenoides.

Factores de riesgo:

Edad: Los niños son más propensos a este tipo de infecciones, ya que sus trompas de Eustaquio son más fáciles de obstruir.

Cambios de altura: No necesariamente implica ir a vivir o visitar un lugar con diferente altura a la que normalmente vivimos, sino también se refiere al caso de los aviones, que asociado a un resfrío puede empeorar la situación.

Uso de hisopos para los oídos: El cotonete o también llamado hisopo empuja la cera que tenemos hacia zonas más profundas, causando así una obstrucción.

Síntomas:

-Supuración de líquidos a través del oído.

-Inflamación y enrojecimiento dentro del canal del oído.

-Fiebre.

-Cambios en la audición.

-Dificultad para dormir.

No importa la edad que tengamos, prevenir una infección auditiva es fundamental para evitar mayores complicaciones que conllevan incluso a la pérdida de la audición. Recuerda acudir donde un especialista en caso de presentar algún síntoma o en caso de dudas.

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Cabe resaltar, que este artículo sólo tiene fines informativos, y que en ningún momento debe ser considerado como asesoramiento, diagnóstico o tratamiento médico profesional. Nunca dejes de buscar asesoramiento médico.