Lo más común es que una futura madre al cruzar la puerta del hospital para dar a luz pase primero horas interminables hasta que la conducen a la sala de partos.
Los minutos se se hacen más lentos que nunca y suelen ser muy dolorosos, así que lo que quieren todas es que termine cuanto antes y puedan verle la cara a su hermoso bebé.
Sin embargo, lo que no suele ocurrir a menudo, es lo que le ha pasado a Jes Hogan cuando se puso de parto del sexto de sus hijos el pasado mes de julio. La mujer de Manhattan, en Kansas, ni siquiera llegó a la sala de partos y tuvo a Maxwell Alexander en mitad del pasillo de la sala de Urgencias.
Según los medios locales, la madre rompió la fuente en mitad de la noche y su esposo la llevó rápidamente al hospital, sin embargo, no fue suficiente la premura. Con ella todavía de pie la cabeza del pequeño Max empezaba a asomarse ante el asombro del personal médico, decidieron asistirla en el suelo del pasillo.
Da la casualidad, que un fotógrafo estuvo en el lugar y momento adecuado para documentarlo todo. Tammy Karin, de Little Leaping Photography, no dejó de disparar desde que Jes se bajó los pantalones hasta que pudo abrazar al pequeño Max.
“Comparto estas fotos para demostrar la belleza de un nacimiento, incluso cuando las cosas no salen como lo esperaban”, escribió en su muro de Facebook, donde recientemente ha compartido las imágenes, que ya se han compartido más de 8.000 veces.
Advertimos que las imágenes pueden ser muy impactantes y, aunque se trate de algo tan natural como un nacimiento, podrían herir la sensibilidad de algunas personas. Maxwell vino al mundo con una salud de hierro y un peso de algo más de 3 kilos. Jes Hogan confesó a Scary Mommy que ha sido: “el nacimiento más loco, sin embargo, también el más perfecto”.
“No fue para nada como lo habíamos planeado, sin embargo, terminó sin ninguna intervención, con un bebé saludable y gente increíble que nos apoyó en todo momento. Fue hermoso y siempre amaré cada recuerdo de su nacimiento”.
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