Esta martes una explosión arrasó la capital libanesa, dejando daños en todos los rincones de la ciudad.
Edificios a una distancia de hasta 10 kilómetros del lugar de la explosión quedaron dañados y se dice que no quedó ningún cristal entero. Fragmentos de vidrio llenaron las calles, y las luces quedaron destruidas.
Hasta ahora reportan unos 78 muertos y más de 4.000 heridos.
“Estaba en la veranda cuando todo el vecindario se sacudió de izquierda a derecha”, dijo a CNN Bane Fakih, un cineasta que vive en la ciudad. “Fue muy intenso. Nunca sentí un miedo así”.
La explosión dejó una nube roja gigante sobre la capital, en la que residen cerca de 4 millones de personas y de las cuales la gran mayoría tienen ahora daños en sus casas.
“Es muy, muy aterrador lo que está sucediendo en este momento y la gente se está volviendo loca. Los servicios de emergencia están abrumados” dijo otro testigo a CNN.
Hubo informes contradictorios sobre la causa de la explosión, que inicialmente se atribuyó a un gran incendio en un almacén de petardos cerca del puerto. El director de la dirección general de seguridad dijo más tarde que la explosión fue causada por «materiales altamente explosivos» confiscados, pero no proporcionó más detalles.
Nuestros pensamientos están con todos los afectados.