El 25 de febrero de 2019 fue encontrado el cuerpo sin vida de Aisha Ilyas, una niña de 12 años de edad, que fue violada en grupo y después torturada hasta la muerte.

Sus restos se encontraban en inmediaciones de su casa en la ciudad de Galkayo, Puntlandia (estado autoproclamado autónomo de Somalia).

De los tres acusados del crimen, Abdifatah Abdirahman y Abdishakur Mohamed fueron ejecutados esta mañana en una plaza pública de la ciudad costera Bosaso en presencia de la familia de la niña, informaron medios internacionales. El tercer hombre detenido (Abdisalam Abdirahman) será fusilado la siguiente semana, ya que aún quedan pendientes algunas investigaciones contra él.

“La justicia se ha hecho en nombre de mi familia y el alma de mi hija”, dijo el padre de la víctima, quien también manifestó sentirse satisfecho. Aunque solo tres fueron acusados, en aquella ocasión fueron detenidas doce personas relacionadas con el caso. Por primera vez en la historia fueron utilizadas las pruebas de ADN antes de condenarlos.

Este hecho se dio entre una población cansada y que ha generado cantidad de protestas porque los violadores no son juzgados habitualmente, de acuerdo a un reporte de Human Rights Watch. Este sitio vive en estado de guerra desde el año 1991 cuando se derrocó al dictador Mohamed Siad Barre, en un golpe de estado que dejó el gobierno en manos de las milicias islamistas como el grupo Al Shabab.

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