Un géiser es un tipo especial de fuente termal que emite constantemente una columna de agua caliente y vapor al aire.
La formación de géiseres requiere una hidrogeología favorable que existe solo en algunas partes del mundo, por lo que son un fenómeno muy extraño.
Hay alrededor de 1.000 en el planeta, de los cuales casi la mitad están localizados en el Parque Nacional de Yellowstone, en Estados Unidos. En el Parque Nacional de Yellowstone, se encuentra una de las zonas de magma más grandes del planeta. Debido a esta fuente de combustible caliente, el sistema de agua de todo el parque puede llegar a ser extraordinariamente caliente y muy ácido.
Es un sitio hermoso para visitar, sin embargo, si no sigues las indicaciones y te sales del recorrido puede llegar a ser muy peligroso. Y esto fue lo que le ocurrió a Colin Scott, un joven americano de 23 años de edad.
Estaba en el parque junto a su hermana cuando decidieron salirse del recorrido con la idea de bañarse en una de esas “piscinas calientes”, práctica prohibida por la dirección del parque. Cuando intentó acercarse a uno de los pozos para comprobar la temperatura del agua, se resbaló y cayó en la Cuenca del Géiser Norris.
Ella intentó rescatar a su hermano, pero no tuvo éxito, y es que en el momento de la caída lo estaba grabando. Enseguida informaron a las autoridades del parque, que enviaron un equipo de búsqueda y rescate, lamentablemente, no lograron recuperar el cuerpo. Cuando regresaron al día siguiente para intentarlo otra vez, encontraron que las aguas ácidas habían desintegrado el cuerpo por completo.
En el informe del incidente, Lorant Veress, jefe adjunto del guardabosques informó que el agua estaba especialmente caliente y ácida ese día. “Me parece algo irresponsable, si se me permite ser franco, salirse de los senderos designados sin saber lo que se está haciendo”, dijo Kenneth Smith, profesor de geología de la Universidad Wyoming y miembro del Observatorio del Volcán de Yellowstone.
Esta cuenca es una atracción bastante popular por tanto, es el primer parque nacional del país, en recibir a 4 millones de visitantes durante el año pasado. Sin embargo, por desgracia, Scott no es la primera persona que ha intentado bañarse en estas “piscinas” y ha terminado en un desagradable enlace. Se estima que al menos 20 personas han perdido la vida en estas aguas termales desde 1890, la última fue en el año 2000.
Niños que se escaparon de sus padres, adolescentes que salieron del camino recomendado y cayeron, pescadores que se metieron sin querer e incluso empleados del parque que querían darse un “baño caliente”.
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