Un guardia de seguridad privada y con buen estado de salud, llamado Edson Oenning, de 45 años de edad, fue liberado por sus jefes de trabajo debido a la pandemia de coronavirus y estuvo en cuarentena durante casi tres semanas, junto con su esposa y sus tres hijos en su casa, ubicada en Brás, región central de São Paulo.
Ayer por la mañana, lamentablemente falleció en un hospital privado en el oeste de la ciudad, debido al Covid-19.
A comienzos de la semana pasada, Edson fue al mercado con su mujer a comprar comida y antibacterial. Más tarde, sintió dificultad para respirar y dolor en su cuerpo, especialmente en el área del pecho.
Él y su familia sospecharon que podría tener coronavirus y decidieron ir a una sala de urgencias privada el martes. Allí, según los familiares de Edson, se les pidió que regresaran a sus hogares. El jueves 26, el guardia de seguridad regresó al hospital porque no podía respirar bien.
A su llegada, fue trasladado a otro hospital privado y luego intubado en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos). El martes 31, el hospital comunicó a la familia de Edson que su estado de salud había mejorado. Sin embargo, informaron que el riñón había dejado de funcionar y que tenía agua en los pulmones. A las 6:15 de la mañana del 01 de abril, notificaron que tuvo un paro cardíaco y no pudo resistirlo.
“Desde que inició la cuarentena, no hemos salido mucho. La única vez que, mi padre salió de la casa fue para ir al mercado con mi madre. Creemos que allí se infectó. En casa éramos cinco personas: él, mi madre y mis dos hermanos, por ahora, todo está bien con nosotros, no tuvimos síntomas”, dice su hija Jaqueline Gomes da Silva, de 22 años de edad, estudiante de psicología.
A pesar de la declaración de la hija, es complicado saber cuándo una persona fue infectada. Como el virus ya está circulando en la población y la mayoría de las personas infectadas no muestran síntomas, la infección generalmente ocurre sin conocer el origen. Generalmente, lleva unos días (que pueden variar de persona a persona) entre la contaminación y la aparición de los primeros síntomas.
Además de Jaqueline y su esposa, el guardia de seguridad dejó a otra hija, de 25 años, y tres hijos, de 18, 20 y 23 años. “En el hospital, los doctores dijeron que no podíamos verlo. Ni siquiera podíamos abrazarlo. El doctor dijo que si queríamos verlo desde la distancia, podíamos, pero debíamos ser conscientes de que nos exponíamos al riesgo”, indicó Jaqueline.
“El ataúd será sellado, porque dijeron que estaría en una bolsa. No podremos tener contacto. Cremaremos y llevaremos las cenizas a nuestra granja en Paraná”, cuanta su hija.
Según la familia, dio positivo por coronavirus luego de someterse a una tomografía computarizada. Tanto en el certificado del hospital como en la oficina de registro, según la familia, la causa de la muerte fue certificada como Covid-19. La familia explicó que los llamaron para comprobar el certificado por si había algún error.
Según datos del Departamento de Salud del Estado, São Paulo tiene, en promedio, una muerte causada por coronavirus cada hora; el gobierno informó que 28 personas murieron en 24 horas. Durante una hora frente a la oficina de registro de Lapa, los medios locales hablaron con tres personas, con máscaras, que fueron a registrar la muerte de sus familiares, pero solo Jaqueline reveló la causa de la muerte.
El lugar está operando en una escala más pequeña. La cola de asistencia se realiza en la calle, con una distancia de al menos un metro entre las personas, y solo se generan las demandas urgentes, como los certificados de nacimiento y defunción.
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