En Ruanda, el gobierno pidió la cuarentena obligatoria el pasado 22 de marzo para evitar la expansión del COVID-19 en el país africano.
A pesar de las medidas, un sujeto decidió violar la norma e ir a pescar al río Nyabarongo. Este es el principal río del país y hace parte de la cuenca del río Nilo.
Antes de ser reprendido por las autoridades locales por infringir el aislamiento, el hombre fue devorado por un cocodrilo, el pasado miércoles 25 de marzo. Alice Kayitesi, alcaldesa del distrito de Kamonyi, donde sucedió el hecho, el hombre fue una de las pocas personas que no ha cooperado en el país con la cuarentena.
Luego del suceso, en Kamonyi se difundió un comunicado en el que se anunciaba que “los movimientos innecesarios y las visitas fuera del hogar no están permitidos, excepto para servicios esenciales como la atención sanitaria, la compra de comida y trámites bancarios, y para el personal que ejecuta dichos servicios”.
El gobierno de Ruanda, dirigido por Paula Kagame, fue el primero en África subsahariana en ordenar medidas estrictas para evitar la propagación de virus. El país cerró todas sus fronteras y suspendió los vuelos manteniendo solo el transporte de carga. También, durante esta semana, el gobierno inició la distribución de alimentos y productos sanitarios de forma gratuita a los hogares más afectados por la crisis.
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