Kritsada Ratprachoom es un hombre de 45 años de edad que vive en Udon Thani, en el noreste de Tailandia.
Este miércoles como todos los demás días fue a llevar a su hijo a la escuela, cuando sintió la necesidad de ir al aseo. Hizo sus necesidades fisiológicas, sin embargo, cuando terminó, se percató de que todavía podía sentir algo que: “sobresalía de su trasero”.
El sujeto se levantó para ver de qué se trataba y pudo comprobar que había algo colgando. Se había operado recientemente de apendicitis, así que al comienzo pensó que podría tratarse de algún resto de la cirugía que no hubiera sido expulsado o retirado de forma correcta. Sin embargo, se dio cuenta de que estaba muy equivocado.
Se trataba de una solitaria, un parásito que se introduce en el cuerpo de las personas y crece al alimentarse de todo lo que comemos, por lo que pueden medir varios metros. No obstante, Kritsada Ratprachoom informó que el gusano que salió del interior de su cuerpo podía medir alrededor de unos diez metros de longitud.
Para dejar constancia del tamaño de la solitaria que acababa de salir de su cuerpo el sujeto sacó su teléfono móvil, empezó a grabar videos y hacer fotografías al gusano, primero colgando de su mano y luego colocándolo sobre el inodoro. Afirma que se quedó perplejo de su tamaño y desconoce cómo pudo llegar a ingerirlo.
Luego del susto, Kritsada Ratprachoom decidió tirar el gusano por el inodoro. Este sujeto, es fotógrafo profesional, y ha explicado que es la primera vez que ve un gusano de ese tamaño y jamás se hubiera imaginado que llevaba uno en su interior.
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