Una niña de 10 años falleció desnutrida tras días sin comer.
Sus sus padres adoptivos le escondían la comida. La menor, Josie Ann Abney, fue ingresada el 13 de octubre tras haberse desmayado por la hambruna y murió horas después en el hospital.
Según reportes, cuando la pequeña llegó al hospital, estaba tan deshidratada que al médico le costó extraerle sangre, y presentaba unos niveles de azúcar en sangre extremadamente bajos. Además, la pequeña Josie Ann tenía hematomas en varias partes del cuerpo, que estaba esquelético.
Tan solo pesaba 15 kilos, “parecía una víctima del Holocausto”, lamentó un detective de la oficina del Sheriff del condado de Dent.
El fallecimiento de la niña llevó a la policía a registrar la casa donde vivía con sus padres adoptivos, Randall Lee Abney, de 51 años, y Susan Abney, de 44.
Según los registros, la pareja mantenía bloqueada la puerta de la nevera con un candado. Por su parte, los padres justificaron que la niña había dejado de comer en septiembre y negaron que padeciera diabetes o algún otro problema de salud.
Ambos sospechosos fueron arrestados y acusados de abuso infantil con resultado de muerte. Ahora, se encuentran en prisión con una fianza de medio millón de dólares cada uno, a la espera de su comparecencia en un juicio.
La ciudad donde residía organizó esta semana un acto en memoria de la niña fallecida y en contra del abuso infantil.
¿Puedes creer la crueldad de algunos?
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