Un hombre y presunto ladrón fue encontrado muerto en la chimenea de una oficina de abogados sofocado en “circunstancias muy trágicas”, dijo un forense.
El cuerpo descompuesto de Kevin Gough, de 43 años, fue descubierto dentro de una chimenea en un edifico de la comunidad británica de Derby, por constructores que realizaban reparaciones.
Más tarde fue identificado por sus huellas digitales.
Una investigación sobre la muerte del señor Gough dice que antes de que los constructores lo encontraran, el personal de la firma de abogados había notado un mal olor y se había contactado a una compañía de control de plagas.
La chimenea del edificio había sido completamente tapiada desde el interior.
No está claro por qué el Sr. Gough, había entrado en la chimenea, pero el médico forense Robert Hunter aseguro que lo hizo solo.
El detective detective Tom Bentley, del Departamento de Policía de Derbyshire, dijo a la investigación que Gough había sido arrestado meses antes de la fecha que estiman en que quedo atrapado, porque se descubrió que estaba en posesión de medicamentos recetados que no estaban a su nombre.
También era buscado en relación con un robo de vivienda anterior en la misma comunidad.
Al final se descubrió que la causa de muerte del Sr. Gough fue causada por asfixia postural.
Una examen post mortem descubrió que tenía marcas de ladrillo en la espalda y el pecho debido al espacio confinado en el que había descansado, lo que no permitiría que su pecho se expandiera y afectando su capacidad de respirar.
Su camiseta se había enrollado alrededor de su cuello en la estrechez del espacio y también habría estrechado sus vías respiratorias, dijo el forense.
También había una falta de aire en la chimenea porque el fondo estaba completamente sellado y una pieza de la ropa del señor Gough había bloqueado la parte superior, lo que significa que no entraba oxígeno.
El Dr. Hunter le dijo a la madre de Gough que su hijo se habría desmayado rápidamente.
“Hubo una rápida pérdida de conciencia”, dijo, “y la muerte fue en cuestión de minutos”.
“Por eso no pidió ayuda y la gente que trabajaba en el edificio no lo había escuchado”.
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