Las enfermedades sexuales y las infecciones a menudo pueden destrozar sueños.
Y eso es lo que sucedió con Stephanie Muller, de 23 años, quien esperó hasta su boda para perder la virginidad solo para descubrir que no puede tener relaciones sexuales.
Stephanie y su esposo de 31 años decidieron que esperarían hasta casarse para tener sexo. Los dos estaban de acuerdo ya que se conocieron en la iglesia de su localidad.
Llegaron a su luna de miel de sus sueños y descubrieron que el sexo se complicaba ya que era difícil de penetrar.
Más tarde se descubrió que Stephanie sufría de una candidiasis que no se curaba hasta luego de tres meses de tratamiento.
Fue a un examen pélvico doloroso y aterrador. Incluso después de que se eliminó la infección, no pudieron tener relaciones sexuales debido al problema de la penetración. La pareja dijo que solían sentirse como compañeros de cuarto.
Luego de unos meses, lograron encontrar la raíz del problema. Stephanie tenía vaginismo: la vagina se aprieta durante el coito.
Stephanie dijo que estaba guardando su virginidad para la boda porque no quería tener relaciones sexuales con nadie que no fuera su marido, que el sexo es un sentimiento íntimo que debes sentir con alguien especial.
Ahora que no puede tener relaciones sexuales, se siente avergonzada con ella misma.
Agregó además que todo esto ha eliminado el romance de su relación.
Pero siguieron buscando opciones y luego de otros 6 meses de tratamiento, finalmente el vaginismo de Stephanie se curó.
Ahora agradece a su esposo por todo el apoyo que le ha brindado durante todo el viaje y no renunciar a ella ni a la relación.
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