Daniel Porro, un enfermero argentino que ganó la batalla al Covid-19, fue agredido por sus vecinos.
El sanitario, que trabaja para una clínica privada, dio positivo en las pruebas de coronavirus a mediados de junio. Después de varias semanas de lucha contra la enfermedad, el joven fue dado de alta este mes.
Lamentablemente, la pesadilla no había hecho más que comenzar y, pocos días después de su regreso, su buzón no tardó en llenarse de amenazas por parte de sus vecinos. “Me decían que me fuera del barrio porque tenía el virus”, dijo el enfermero, que denunció ante los medios locales la inseguridad que viven los trabajadores de salud en el país.
Las amenazas no quedaron solo en palabras, según Porro. Así que, el pasado viernes, el sanitario denunció que había sido atacado por algunos vecinos que robaron y quemaron su vivienda con el objetivo de que se mudara “por temor a posibles contagios”.
“Me golpearon y todavía no me he recuperado. Perdí el conocimiento y tuve que ser llevado al hospital”, añadió. “Estoy atravesando una situación de extrema violencia por el hecho de haber tenido Covid-19”, admitió.
“Lo que ocurre es que la gente no sabe lo que realmente está pasando, porque no he tenido problemas con estos vecinos tiempo atrás”, finalizó. Pese a que la Policía explicó bien cómo era el tema de los contagios, todavía hay personas que no lo entienden.
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