Para el ginecólogo de 69 años, Calixto Hueb, la vida tiene un valor inigualable.
Cuando atiende el parto de una mujer esta recibe de sus manos no sólo a su bebé, sino un regaló emblemático con el que pretende concientizar a todos sobre la importancia de la vida. Calixto es de Macatuba, en el interior de São Paulo, Brasil, y al entregar a un bebé entrega también un árbol para multiplicar la vida.
El doctor obsequia una plántula de árbol a sus pacientes como símbolo de la importancia que tiene la llegada de un hijo y además en busca de hacer algo por el planeta. La idea de Calixto es que la madre cuide no sólo del niño sino del árbol que se le entrega para que vaya floreciendo junto al pequeño. “Plantar un árbol es como si estuviésemos plantando el futuro de estos niños que nacen”, dijo el doctor.
Hueb comenzó este proyecto en el 2001 y desde entonces logró que las madres planten más de 1.000 árboles en su municipio. De hecho, el impacto tan positivo que tuvo su iniciativa ha sido tan grande que en el 2014 las autoridades hicieron del proyecto una ley de la municipalidad.
Otros doctores en Brasil se han sumado a la iniciativa para cuidar el futuro de los niños, por medio del cuidado del planeta. “El día del alta, le entrego las plántulas a la madre y le pido que las plante para crecer con el niño. Es el deseo de mejorar el mundo”, dijo el médico.
La iniciativa surgió hace 18 años y salió del corazón de Calixto en un intento por hacer de las despedidas un momento menos frío, así que un recuerdo de infancia lo hizo pensar en algo que impactara en la vida de esas familias.
“En mi infancia tuve un maestro que me regaló una manguera. La planté en ese momento e incluso hoy da mucho mango. Fue entonces cuando empecé a pensar en un proyecto que mejoraría la salida del paciente del hospital”, dijo el médico.
Gran parte de los árboles que ahora dan sombra en la plaza del municipio son resultado del proyecto creado por Calixto.
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