Una gata callejera que reside en Estambul, Turquía, estaba tan preocupada por el bienestar de su bebé gatita enferma que no se lo pensó y la llevó a que fuera examinada por profesionales y pedió ayuda en un hospital.
La felina llevó a su cachorro por el cuello a la sala de urgencias donde, por suerte, los médicos los atendieron.
Según medios turcos, a la gata adulta le dieron leche y algo de comer mientras el pequeño pasaba por la consulta.
Se reporta que ambos felinos gozan de buena salud, pero de todas formas los redirigieron a una veterinaria para que recibiesen atención especializada.
Las fotos se volvieron virales en redes sociales y nos han dejado unas de las imágenes más dulces del año.
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