Muchos recordarán a Amanda Bynes como una chica talentosa que comenzó a ascender en su carrera a partir del año 2002, era en ese entonces una adolescente que contaba con su propio programa llamado “The Amanda Show” pero también es recordada por películas como “Big Fat Liar”, siendo muy joven ya tenía muchos fans que gustaban de su trabajo.
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Era inevitable pensar en ese momento, de otros jóvenes talentos de su generación que al llegar a la cima de su carrera, comenzaron a arruinar todo involucrándose en problemas de abusos de sustancias o de vidas llenas de escándalos y desenfreno. Parecía que Amanda salía de esa regla y que subía como espuma.
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Diez años después, todos los que pensaban de esa manera y terminaron por colocar a Amanda en esa categoría de estrella juvenil.
Warner Bros
La vida de esta joven comenzó a dar un vuelco a partir del 2012 hasta el 2015 cuando una serie de eventos en su vida la colocaron en situaciones muy penosas, no faltaban incoherencias en sus testimonios y comenzaba a preocupar a la gente. Su cuenta de twitter era el sitio donde descargaba todo tipo de comentarios desafortunados, como sus problemas con la ley o su opinión sobre Hitler.
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Otras ocasiones comentaba que estaba en recuperación o que ya se sentía mejor, esto propició que una oleada de paparazzis comenzaran a escarbar en su vida personal, pues parecía material interesante para un nuevo escándalo equiparable a los que protagonizaron en el 2007 Britney o Lindsay Lohan.
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Hasta ese momento, con Amanda no sucedía lo mismo, pero su comportamiento era desconcertante acerca de personas que conocían o durante las grabaciones, se notaba nerviosa y hostil.
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Los problemas que ventilaba en sus redes por lo general se trataban de infracciones de tránsito o tratar de escapar de la policía mientras hacían una multa por ir hablando por celular o incluso algunas veces se negó a hacer la prueba de alcohol. Aun no daba signos de haber perdido el control por completo, los medios no tenían suficiente aún.
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Un capítulo más desagradable fue por una declaración que hizo respecto al capítulo de violencia que había vivido Rihana cuando fue golpeada por Chris Brown. Amanda mencionó que “la había golpeado porque no era lo suficientemente bonita”. Un comentario lleno de violencia y discriminación de su parte y que en el momento desilusionó a muchos de sus seguidores. Era entonces una señal de que su salud mental comenzaba a presentar problemas.
Amanda Bynes
Después este tipo de conductas se fueron acrecentando, como una ocasión en que se encerró en el baño de una tienda en Nueva York y se negaba a salir o cuando fue arrestada por lanzar desde un departamento un bong y fue arrestada. Después de esto tuvo que ser internada en un psiquiátrico en contra de su voluntad pues estaba aún bajo la tutela de sus padres cuando provocó un incendio y su conducta era cada vez más violenta.
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Una vez que terminó su periodo de rehabilitación, las cosas empeoraron pues acusó a su padre de maltrato verbal y sexual cuando era niña. Publicó una vez más en Twitter que esta evidencia la tenía grabada y que su padre actuaba indebidamente con ella. Incluso acusó también a su madre por encubrir todo esto. Amenazó también con pedir un abogado para solicitar una orden de restricción.
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Su madre tuvo que hacer una declaración pública a los medios donde señaló: “Estoy desconsolada hoy por mi esposo de 47 años. Rick nunca ha abusado de Amanda ni de nuestros otros hijos física o sexualmente. Estas acusaciones son absolutamente horribles y no podrían estar más lejos de la verdad. Estas denuncias provienen del estado mental de Amanda en este momento”.
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Al otro día de su acusación Amanda se retractó de su declaración pero la manera en que lo hizo parecía más preocupante, publicando en Twitter: “Mi papá nunca hizo ninguna de esas cosas. El microchip en mi cerebro me hizo decir esas cosas pero él es quien les ordenó que me pusieran ese microchip”.
A parte de las declaraciones respecto a Rihana, no fueron las únicas pues también involucró a Drake en comentarios de contenidos alusivos a lo sexual, todo esto y lo del escándalo de su padre fueron borrados de un momento a otro de su cuenta de Twitter.
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Amanda no tuvo repercusiones legales por sus declaraciones pues su comportamiento se debía a un problema muy severo al ser diagnosticada en ese momento con esquizofrenia y trastorno bipolar. Por este motivo sus padres habían sufrido tanto con su conducta.
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Una vez más fue ingresada a rehabilitación pues una corte emitió la autorización para ser ingresada sin su voluntad, pues presentaba ya en ese momento problemas psiquiátricos muy graves. Amanda vivió un infierno una vez más, un tema que hasta la fecha no quiere tocar.
E!
Lo más triste de su caso es que en muchas ocasiones se piensa que los abusos son la causa de un comportamiento errático, como sucede en la mayoría de los casos con los jóvenes pero pocas veces se analiza si lo que detonó todos estos problemas fueron las enfermedades mentales. Este fue el caso de Amanda.
Actualmente Amanda regresó a estudiar, se mantiene alejada de la mirada pública y de las redes sociales, pero a pesar de su retiro de los medios, ha sido vista últimamente y su aspecto no es muy bueno, pues todos sus problemas se ven reflejados después de tantos problemas.
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La joven continuará en tratamiento de por vida pues de dejarlo caería en una nueva crisis. Las enfermedades mentales son un problema de salud que si no se atienden podrían tener consecuencias fatales. Ella por el momento afronta su vida con esta condición.
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Es muy importante detectar a tiempo una enfermedad o condición psiquiátrica para poder prevenir daños mayores, como le sucedió a Amanda Bynes. Es un caso muy complejo el de esta joven que aún sigue siendo analizado por muchos.
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