Lo mejor de nuestra habitación es que nos sentimos con libertad de ser nosotros mismos.
Puede ser una de las cosas más privado/as de nuestra vida, pero aún así, somos vulnerables allí. No nos gusta compartir todo lo que hacemos allí porque algunas cosas son mejor dejarlas en secreto.
Pero para Barbara Peacock, fue una oportunidad única de mostrar la belleza de esa vulnerabilidad. Esta artista de profesión se tomó el trabajo de fotografiar a personas y familias en todo Estados Unidos cuando estaban descansando dentro de sus dormitorios.
Te puede parecer que es un poco extraño, pero el objetivo de Bárbara era tomar fotografías de familias y personas en el sitio donde duermen. Nadie es igual a otro, por eso es que nuestro lugar más íntimo y la forma en la que descansamos en él, tampoco se parecen. El tema no es donde duermen, sino cómo se comportan cuando se encuentran en su entorno más vulnerable.
Lo que hace que las imágenes sean más coloridas es que Bárbara ha logrado capturar cada detalle de la persona. Como fotógrafo profesional, tiene un ojo bien entrenado.
Bárbara cuenta que realmente fue un reto el fotografiar a las personas en su espacio más íntimo. Fue incómodo para ambas partes. Las personas tenían que creerse que ella no estaba allí.
Para una foto perfecta, Barbara tiene que conseguir la composición perfecta. Es decir, ella solo captura cosas que son de suma importancia, que le hagan justicia a lo que esa persona transmite.
Ella es como una mosca en la habitación, esperando un momento perfecto y ha elegido un tema para todas sus fotografías: Soledad.
Su inspiración siempre ha sido el fotoperiodista de la época de la Depresión, Walker Evans. Llegó a ser famoso cuando documentó al empobrecido Sur de Estados Unidos, con personas comunes y de clase trabajadora.
Esta foto de Bárbara muestra a un viudo que se despierta cada mañana fingiendo que su difunta esposa aún está viva. Él dice que se levanta todas las mañanas en silencio para no molestar a su pareja dormida. Pero luego se da cuenta de que ella no está allí.
Esta foto es de Cody, que sufre de una enfermedad inusual por lo que debe permanecer casi todo el tiempo dentro de su dormitorio. Dice que le frustra tener que pasarse allí todo el día y ya se ha distanciado mucho de sus amigos.
Aquí vemos a Claire. A ella le encanta estar en su habitación ya que es donde su infancia permanece intacta. Tampoco le molesta estar en cama por horas y lo que más le gusta del dormitorio es que ha permanecido prácticamente igual desde que tiene memoria.
Brent ama su colchón de aire. Le gusta pasar la mayor parte de su tiempo en esta habitación fumando cigarrillos, leyendo libros y escribiendo lo que se le venga a la mente.
Con todo el caos por el que pasa el mundo y lo ocupadas que suelen ser nuestras vidas, se hace difícil pasar tiempo con los seres queridos. Pero, para Alice y Christopher, es su regla saborear cada momento que tienen, incluso con su gato.
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Imagenes: barbarapeacock.com