El Juzgado de Paz de Berlín, Usulután, estableció que Clemente Porfirio Leiva Cañas, el pastor evangélico acusado de violación, seguirá preso por el resto del proceso penal.
Las investigaciones indican que, mientras los fieles oraban, el líder religioso cometía los crímenes.
El pastor fue detenido el miércoles y fue presentando ante la justicia, donde el Juzgado de Paz validó las pruebas de la Unidad de Delitos Relativos a la Niñez, Adolescencia y la Mujer de la Fiscalía General de la República. De acuerdo al requerimiento fiscal, cuando los fieles oraban en la iglesia Restauración y Sanidad Divina, de la colonia Las Perlitas, el pastor aprovechaba para tocar las partes íntimas de la menor y luego la violó.
El líder religioso no se limitó a la iglesia, sino cuando visitaba a la menor y hasta en un viaje que hicieron con toda la comunidad religiosa abusó de la niña. En esa ocasión, la abuela de la pequeña la andaba buscando y descubrió que el pastor se la había llevado hasta su vehículo, donde la encerró con llave y se tardó en abrir la puerta. Cuando la señora le cuestionó el sujeto le respondió que “solo conversaba con ella”.
Al volver a la casa, la niña le contó que Leiva Cañas abusaba de ella, por lo que la mujer puso la denuncia que derivó en las investigaciones que ahora tienen tras las rejas al religioso.
Ese mismo Juzgado de Paz en Berlín, Usulután mantuvo preso a Alexander, acusado de agresión sexual en menor e incapaz en perjuicio de su propia hijastra. En este último caso, los hechos sucedieron en el municipio de Concepción Batres. El sujeto aprovechaba que su pareja, la madre de la niña, salía para agredirla sexualmente.
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