Pocos pueden alertar a sus seres queridos antes de fallecer.
Lucas Alexandre de Miranda, un brasileño de 24 años, tuvo un terrible accidente de auto, pero mientras era auxiliado pudo comunicarse con su hermano.
Lucas había trabajado toda la noche en una discoteca de la zona; al salir, se dispuso a llevar a su casa a sus compañeras de labor y luego condujo hacia su casa. Eran las 4 de la madrugada. Se encontraba en la Avenida Guinter Hans y, de un momento a otro, todo cambió. El cansancio fue la causa que le hizo perder el conocimiento y chocar su auto.
Al sitio, acudieron unidades de rescate que sacaron lo más pronto posible del vehículo a Lucas y él aprovechó ese momento para pedir un teléfono a uno de sus salvadores, para informar a su hermano: “Me quedé dormido al volante y estrellé el auto”, dijo el joven.
El hermano de Lucas quedó impactado al escuchar que había sufrido un accidente, así que le preguntó si se encontraba a salvo, para saber la gravedad de lo acontecido. “Estoy bien, solo tengo dolor”, dijo Lucas.
Esas fueron las últimas palabras que Lucas dijo a su hermano. El socorrista tomó el teléfono y comunicó a la familia dónde había ocurrido el accidente. El joven fue llevado al Hospital Santa Casa, pero falleció a las 7:50 am de un paro cardíaco.
El organismo de Lucas no pudo resistir a las múltiples heridas que recibió tras el choque del automóvil, tuvo una severa hemorragia interna y eso ocasionó que su cuerpo colapsara. La familia quedó devastada con el fallecimiento repentino del joven.
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