El caso de una niña de 11 años de Jujuy, Argentina, causó gran revuelo en el país, luego de que fuera obligada a dar a luz por cesárea a un bebé de cinco meses aunque ella quería abortar, después de haber sido violada por la pareja de su abuela.

Tras la muerte del bebé, una de las asistentes a la manifestación del 8 de marzo en Argentina, afirmó que la menor “nunca se recuperará”, y para evitar más casos parecidos deben conseguir que “el aborto sea legal”.

“Niñas, no madres”, fue uno de los cánticos más repetidos en la concentración del 8 de marzo. La sororidad alcanzó su punto álgido antes de la lectura del documento, ya que, según dijeron fuentes de la organización, la Confederación General del Trabajo y las dos ramas de la Central de Trabajadores de Argentina, principales centrales sindicales del país, bloquearon el sonido por desavenencias con el documento final.

El fallecimiento de este bebé se produce días más tarde de la muerte del bebé de otra menor de 12 años, también en Argentina, que sufrió algo parecido. Fue violada por un vecino de 65 años de edad y la obligaron a tener al bebé, que lamentablemente, murió a los pocos días de nacer.

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