Sterling Koehn fue encontrado muerto en un columpio y su padre Zachary Koehn fue a juicio acusado de asesinato .
La enfermera que respondió por primera vez a la llamada al 911 sobre Sterlin, de Iowa (EE.UU), dijo que su padre Zachary no mostró emociones cuando le llevó a su hijo, informó el medios locales.
La enfermera, explicó en el juicio por asesinato lo que vio cuando llegó a la casa
“Tenía los ojos abiertos y era una mirada en blanco”, dijo sobre el bebé y recordó cómo los mosquitos volaron al rededor del cadáver cuando ella movió su manta.
Sterling fue encontrado muerto en un columpio en el apartamento de sus padres, Cheyanne Harris, de 20 años, y Zachary Koehn, de 28 años, informó un medio local.
Fueron arrestados en octubre de 2017 y acusados de asesinato en relación con la muerte de su hijo.
En el juicio de Koehn, los fiscales dijeron que el bebé fue dejado en el columpio en una “habitación calurosa y congestionada” durante al menos nueve días, pero posiblemente hasta por dos semanas. Su padre finalmente llamó a la policía, pero ya era demasiado tarde.
El fiscal general adjunto de Iowa, Coleman McAllister, dijo al jurado: “Murió de dermatitis del pañal. Así es, dermatitis del pañal”.
El pañal sucio y sin cambios atrajo insectos y gusanos, dijo McAllister al jurado, y le rompió la piel.
Agregó: “Las heces que se encontraban en ese pañal se comieron su piel, permitiendo que la bacteria E. coli que estaba en su pañal y en sus heces ingresara al torrente sanguíneo y causara una infección”.
Esa infección contribuyó a la muerte de Sterling, dijo.
A los 4 meses, Sterling solo pesaba 3 kilos, más liviano que algunos recién nacidos.
Mientras tanto, el ex amigo de Koehn, Jordan Clark, dijo al jurado que sabía que el presunto asesino tenía una hija de dos años, que vivía en el departamento y parecía estar bien cuidada.
Pero no tenía idea de que Koehn también tuvo un bebé con su novia Cheyanne Harris, de 20 años, a pesar de visitar su apartamento en numerosas ocasiones.
Según los medios locales, Clark también contó cómo Koehn y Harris eran usuarios habituales de metanfetamina y comprarían de $ 20 a $ 40 cada semana.
Afirmó que en la mañana de la muerte de Sterling Koehn lo llamó alegando que estaba desesperado por encontrar una bolsa con metanfetamina y una balanza.
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