Un hombre le quitó la vida a su expareja dentro de un centro de salud en México, hasta donde llegó vestido de blanco para hacerse pasar por un enfermero.
Rubí Ojeda, de 27 años, se encontraba trabajando en las instalaciones de la Jurisdicción de Servicios de Salud de Vicente Guerrero, en Baja California, cuando fue sorprendida por su expareja durante la mañana de este jueves. El sujeto, identificado como Pedro Antonio Martínez Castro, se acercó hasta Ruby y le disparó en la cabeza.
Tras asesinar a la chica, Martínez Castro, de 29 años, se encerró en un baño y volvió a disparar su arma, en esta ocasión para suicidarse. Ambos fueron llevados a la clínica 70 del IMSS, en donde confirmaron su fallecimiento, según detalló la Secretaría de Salud del Estado en un breve comunicado emitido para lamentar los hechos. La pareja tenía un hijo de 5 años y un historial de violencia doméstica.
Rubí había acudido al menos cuatro veces ante las autoridades del estado para denunciar a Martínez Castro. Dos de esas denuncias estaban relacionadas con lesiones y otras dos por secuestro. Días antes del homicidio-suicidio, el hombre secuestró a Rubí, la llevó a una playa bajo amenazas y la golpeó.
La mujer denunció la privación de la libertad y Martínez Castro fue detenido, pero lo liberaron después. Los compañeros de trabajo de Rubí sabían sobre las agresiones, al igual que su familia. Incluso, en el comunicado de las autoridades de salud se destaca que había denuncias previas por parte de ella y que había antecedentes de violencia intrafamiliar.
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